domingo, 11 de abril de 2021

¿HAY HIERBA EN LAS PALMERAS?

 

Mazunte
Sergio Hernández
(mexicano, n. en 1957)

 Un día, un ladronzuelo se deslizó en un jardín y trepó a un cocotero para robar algunos cocos. Antes de que lograse arrancar uno, apareció el jardinero dando voces. El ladrón bajó deprisa del árbol, pero no pudo escapar porque el jardinero lo agarró por el cogote:

-¡Eh! ¿Qué estabas haciendo subido a la palmera?

-Nada malo, amigo -respondió rápidamente el ladrón. Estaba buscando un poco de hierba fresca para mi ternerito.

-¿Hierba fresca? ¿Y desde cuándo la hierba crece en las palmeras?

-No crece hierba, es evidente -respondió el ladrón, pero yo no lo sabía. Ahora lo sé, y por eso he bajado tan deprisa.

El jardinero se quedó boquiabierto, sorprendido por la respuesta, y el ladrón aprovechó la ocasión para ponerse a salvo.

 

Eje del mundo

                                                                     

Los cuentos nos muestran posibles actitudes de los seres humanos ante las innumerables situaciones de la vida y de la relación entre personas. Junto a estas enseñanzas aparecen elementos naturales o de fabricación humana que desbordan muchas veces las acciones narradas. En el cuento presentado se elogia la capacidad del ladronzuelo para inventar excusas ante el propietario damnificado y a la vez se pone en el centro el símbolo de la palmera.

 

Sin título
(Sujeto,Signo, Mundo Enmarcado)

Matt Mullican
(norteamericano, n. en 1951)

Cuando el hombre primitivo recorría las sabanas africanas las palmeras ya estaban en el paisaje. En la civilización egipcia los tallos de las palmeras, largos y desprovistos de ramas, son como las columnas del mundo, es decir, ejes que conectan la tierra con el cielo. La corona de la planta representa el sol y los ciclos cósmicos, donde los frutos son las estrellas y las constelaciones. Las palmeras eran sagradas en la época faraónica y representaban la victoria sobre el tiempo, la eternidad y la trascendencia del alma humana.

 

Para la cultura mediterránea de los fenicios, interesados en el intercambio comercial, se medía la riqueza de las ciudades en función de los palmares de donde se extraían aceites y otros recursos. Por eso algunos pueblos de la cuenca del Mediterráneo, al acuñar monedas de intercambio, utilizaban representaciones de palmeras como símbolos de poder material.

 

Muchas son las menciones a esta planta en la cultura griega. Por ejemplo, el importante dios Apolo fue dado a luz, como también su hermana Artemisa, por Leto quién se abrazo y arrodilló ante una palmera, el único árbol existente en la isla de Delfos. Así la palmera de Delfos simbolizó para la cultura helénica las fuerzas creadoras de la naturaleza.

Fujurojin
Ito Jakuchu
(japonés, 1713-1800)

 

En la cultura hebraica y luego en el cristianismo, se ubicará a las palmeras en un sitio preferencial de la simbología. En el Antiguo y Nuevo Testamento se menciona aproximadamente cuarenta veces a las palmeras como elemento simbólico de victoria, justicia, belleza, sabiduría y árbol de la vida. Esto es lo que está presente en la entrada de Jesucristo a Jerusalén. En el evangelio de Juan, capítulo 12, versículo 13, menciona: " tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando: ¡Hosanna!¡ bendito el que viene En nombre del Señor!". El ritual del Domingo de Ramos en el cristianismo es muy popular por hacer evidente los aspectos mencionados.

 

En la tradición de la humanidad ha ido arraigando la palmera como elemento primordial en la construcción imaginaria de un paraíso sagrado, mítico y voluptuoso. Lo que la palmera representa son los valores que los hombres quieren encontrar en ese lugar ideal, el paraíso, en el cual desean habitar para siempre.


Pabellón de jardín con árboles en segmentos
Friedensreich Hundertwasser
(austríaco, 1928-2000)