lunes, 19 de marzo de 2018

¿POR QUÉ LA GENTE GRITA?

Autorretrato gritando
Egon Schiele
(austríaco, 1890-1918) 



Un día Meher Baba preguntó a sus seguidores lo siguiente:
- "¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?"

Los hombres pensaron unos momentos:
- "Porque perdemos la calma", dijo uno, "por eso gritamos."

- "Pero... ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?", preguntó Baba, "¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?"

Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía a Baba.

Finalmente él explicó:
- "Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia."

Luego Baba preguntó:
- "¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran?"
- "Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente... ¿por qué?... sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña. Cuando se enamoran más aún, ¿qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuan cerca están dos personas cuando se aman."

Luego Baba dijo:
- "Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso."


Los gritos entre los hombres

Gente extraña
Emil Nolde
(alemán, 1867-1956)

         El verbo gritar viene del latín, con el significado de llamar en auxilio. También tiene relación con la palabra latina quirites, que significa ciudadanos en su aspecto civil y político. Esto es así porque los ciudadanos eran llamados con gran clamor, ya para solicitarlos en socorro propio o para una convocatoria. Otros sentidos de gritar es el de protestar a grandes gritos, y también deplorar o lamentarse de cualquier cosa. Da la impresión de que el verbo, que se usaba en ámbitos jurídicos y políticos, provenía de un uso popular.

         El cuento indaga sobre el hecho de gritar en un ámbito más íntimo que es la relación entre las personas. Meher Baba va a usar uno de los grandes símbolos de la humanidad: el corazón. Este órgano no es, como se cree comúnmente, la sede del sentimentalismo, sino que expresa de forma patente y clara la idea de centro en todas las tradiciones. Es la copa de nuestro interior en donde están depositados todos los efluvios celestiales que animan nuestra vida.

         En el corazón reside el hálito vital, que también es la luz de la inteligencia, la auténtica intuición intelectual que nos permite conocer de manera directa y sin reflejos a la esencia de todas las cosas. Como símbolo, el corazón es la fuente de los sentimientos, de los pensamientos, de las decisiones y de las intuiciones, el centro de todo lo que somos.
Los lisiadosLaurence Stephen Lowry
(inglés, 1887-1976)



         Con esta sencilla referencia podemos descubrir la profundidad del cuento. El enojo entre personas hace que los centros se distancien, y que se produzca la confusión, el alejamiento de una posible armonía entre los seres. El grito deja de ser una forma de comunicación con los ciudadanos, aunque sea una queja, para transformarse en un instrumento de mayor distanciamiento hasta perder toda relación.

         Para este cuento hay otro dato para tener presente. El protagonista, Meher Baba (1894-1969) vivió en la India. Fue un maestro espiritual como muchos otros que acompañan a la humanidad desde distintos tiempos, lugares y tradiciones. En Occidente sus enseñanzas parecen extravagancias, pero podemos encontrar cosas valiosas y conmovedoras.

         Pocos años antes de morir se dedicó a recorrer la India haciendo todo el bien posible. Algunos atesoraron una frase de Meher Baba que se hizo famosa en el mundo hippie de los años sesenta: no te preocupes, sé feliz, más reconocible en inglés, don´t worry, be happy. ¿Qué quería decir con esta aparente despreocupación? Esto se revela cuando habla de sus seguidores en su movimiento La Nueva Vida.

"Esta Nueva Vida no tiene fin, la mantendrán viva los que lleven una vida de completo renunciamiento a la falsedad, a las mentiras, al odio, a la ira y a la codicia; los que cumplan esto, y no hagan daño a nadie, ni calumnien, ni procuren poseer bienes materiales ni poder; los que no acepten homenajes, ni codicien honores, ni rehúyan la ignominia, ni teman a nadie ni a nada; los que confíen total y únicamente en Dios, amen a Dios por el mero hecho de amarle, y crean en quienes aman a Dios, y en las manifestaciones, pero sin esperar recompensas espirituales o materiales; los que no dejen de aferrarse a la Verdad, y los que, sin que las calamidades los acongojen, afronten valiente y entusiastamente todo infortunio con absoluta alegría."

Tres personas
Rufino Tamayo
(mexicano, 1899-1991)




domingo, 4 de marzo de 2018

SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE

Alegoría de la vida humana
Alessandro Allori
(italiano, 1535-1607)



Todas las preguntas que se suscitaron aquel día en la reunión pública estaban referidas a la vida más allá de la muerte.

El Maestro se limitaba a sonreír sin dar una sola respuesta.

Cuando, más tarde, los discípulos le preguntaron por qué se había mostrado tan evasivo, él replicó:

- "¿No han observado que los que no saben qué hacer con esta vida son precisamente los que más desean otra vida que dure eternamente?".

- "Pero, ¿hay vida después de la muerte o no la hay?", insistió un discípulo.

- "¿Hay vida antes de la muerte? ¡Esta es la cuestión!", replicó enigmáticamente el Maestro.


Lo que deseamos


En los seres humanos hay un deseo de plenitud y de vida, de felicidad y de infinito, de verdad y de belleza. Este deseo común supera todas las contingencias religiosas  y culturales. Este impulso fundamental y esencial nos revela que nuestro origen es inmenso, tan inabarcable que lo llamamos Misterio.

Infancia con atributos de vida y muerte
Elisabetta Sirani
(italiana, 1638-1665)

El deseo básico de la vida humana se encuentra con un obstáculo atemorizante: la muerte. El tema de la reunión que se describe en el cuento es si este obstáculo es definitivo. El Maestro evade la inquietud de la audiencia porque considera que el planteo es inconsistente. En la respuesta que les da a los discípulos aparece la pregunta auténtica, la que realmente puede dar un camino a nuestras búsquedas: ¿hay vida antes de la muerte?

         Podemos considerar la vida como un río, y nosotros peces en ese cauce. Los peces no saben adónde van, el río sí. Por lo tanto, los peces deben seguir la corriente según lo indique su propia naturaleza. De aquí que el sentido de una vida es hacer que el ritmo de tu corazón sea el mismo que el ritmo del universo, el coincidir tu naturaleza con la Naturaleza, esa inmensidad fruto del Misterio, que también nos ha originado a todos nosotros.

         Una primera conclusión es que no necesitamos nada, porque si nos vemos a nosotros mismos de la forma correcta, somos un fenómeno de la naturaleza tan extraordinario como los árboles, las nubes, los patrones en el agua que corre, el parpadear del fuego, la distribución de las estrellas y la forma de una galaxia. Nosotros somos justamente como todo eso y no hay nada malo con nosotros. El significado de la vida es simplemente estar vivo. Es tan básico, tan obvio, tan simple.


¿Quién tiene miedo del rojo,
amarillo, azul y muerte?

Takashi Murakami
japonés, n. en 1963)
         Esta simplicidad de la vida se ve desafiada por la muerte y la incertidumbre de su hora. Sin embargo, este obstáculo lo podemos considerar como una gran lección de la Vida, sobre todo para nuestras generaciones que están obsesionadas por los deseos de certeza y seguridad. El desasosiego de no saber si habrá un mañana para mí, me permite vivir el hoy  con toda su intensidad, como si fuese ya el último y definitivo. De esta manera puedo redimir el tiempo y descubrir en cada momento la unión entre tiempo y eternidad.

         Un aspecto sublime de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, hombre y Dios al mismo tiempo, coincide plenamente con el Maestro del cuento. Jesús decía: yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia. Y uno de sus grandes discípulos, Pablo de Tarso, comprendió esta lección compartiendo nuestra incertidumbre, y lo escribió de esta manera: mientras estamos en esta tienda de campaña, gemimos angustiosamente, porque no queremos ser desvestidos, sino revestirnos, a fin de que lo que es mortal sea absorbido por la vida. El Misterio, nuestro gran maestro, nos hace dar cuenta que debemos ordenar nuestras vidas no para el futuro sino para el presente.



La vida como una línea distorsionada
Nina Tokhtaman Valetova
(rusa, n. en 1958)