Naturaleza muerta
Giorgio Morandi
(italiano, 1890-1964)
Una
noche de luna llena, un hombre que caminaba por el bosque inclinó la cabeza y,
al ver su sombra, pensó que un mal espíritu estaba a sus pies. Luego levantó la
cabeza y, al ver los mechones de su cabello, creyó que un demonio estaba detrás
de él. Lleno de pavor se dio la vuelta y caminó de espaldas hasta su casa.
La
realidad del miedo
Protoesquema
Maruja Mallo
(española, 1902-1995)
En
nuestra lengua, la palabra fantasma
viene de un vocablo griego. Para los griegos significaba aparición,
manifestación, cosa que se hace visible a nuestros ojos, aspecto ofrecido por
un objeto, pero sin mediar jamás nuestra imaginación o imágenes creadas por la
mente. Es muy importante entender que fantasma
no significa reflejo ni hace alusión a imágenes mentales.
A
veces se confunde la palabra fantasma con el término imagen, que viene del latín y significa
otra cosa. Imagen para los romanos es
la reproducción de algo real, por eso designa a retratos y bustos, también la
imagen reflejada en un espejo y toda imagen recreada por el recuerdo y
procesada por nuestra mente, como idea, pensamiento, recuerdo visual. Con el
tiempo el término imagen también
desarrolla el valor de visión, sueño e incluso espectro de un muerto, pero
considerados como producto de nuestra percepción, valor que no tiene el griego
fantasma.
La Cruz
Greta Freist
(austríaca, 1909-1993)
Otra
cosa es fantasía, que en griego
designaba la acción de hacer ver algo o mostrar una apariencia, y pronto se
aplica a los espectáculos imaginativos y figurados, y de ahí pasa indicar
también a la idea imaginada. El verbo griego que origina a la palabra fantasía designa la acción de mostrar
una apariencia, de crear una imagen,
para referirnos a la persona envanecida y fatua, pero que presume sin base,
sobre cosas inexistentes o falsas, sobre lo que no posee o nunca hizo, etc.
El
cuento rápidamente nos introduce en un clima de miedo, al mencionar la noche y
la luna llena en medio del bosque. En esa situación nuestro sufrido
protagonista ve fantasmas: su propia sombra y un mechón de sus cabellos. El
relato intenta engañarnos diciendo que la sombra o el mechón de los cabellos
son productos de la imaginación del caminante. Pero no es así, porque la sombra
y el mechón son símbolos de realidades realmente aterradoras para nosotros.
La
sombra de cada uno implica nuestro mundo interior desconocido, junto con todo
aquello que somos pero que no queremos ver porque nos da miedo. Por otro lado,
observando simplemente la historia de los peinados descubriríamos unos cuantos
demonios enredados en nuestros cabellos. Si vemos a alguien caminando hacia
atrás no nos burlemos y tengamos compasión del sufriente.
Reflejos Maria Inés Ribeiro da Fonseca (portuguesa, 1926-1995) |