jueves, 16 de mayo de 2013

PROBLEMA


Noticias de la porcelana.

Vasija con flores
Jan Brueghel el Viejo
(flamenco, 1568-1625)
Los objetos de porcelana tienen origen chino. El material fue descubierto alrededor del siglo II d.C. en Oriente. La noticia fue llevada a Occidente recién el siglo XIII por Marco Polo (veneciano, 1254-1324), quien hizo un viaje de 24 años recorriendo, entre otras cosas, la famosa Ruta de la Seda. “El libro del millón” es el texto que consigna sus experiencias orientales. Allí cuenta de este material, duro y blanco como la concha de un molusco, el cauri, que en italiano se denomina porcella. Como se pensó erróneamente que el material venía del molusco, se lo llamó porcelana.

Los objetos de porcelana se hacen con una compleja pasta elaborada principalmente con caolinita y cuarzo. Una vez moldeado el recipiente deseado, se lo cocina durante 12 horas a más de 1.400 °C. Este proceso fue descubierto en Occidente recién en el siglo XVIII, por un químico inglés. Debido a las nobles propiedades de la porcelana tales como la dureza, la durabilidad, la blancura, su alta resistencia al paso de la electricidad, y su alta elasticidad, es que hoy en día es usada en artículos de cocina, baldosas, y objetos de arte. También es usada como aislante eléctrico.

Estas indicaciones nos permiten apreciar con mayor profundidad, lo que se plantea en el siguiente cuento de origen chino.


El problema.

El Gran Maestro y el Guardián se dividían la administración de un Monasterio.

Cierto día, el Guardián murió y fue preciso substituirlo.

El Gran Maestro reunió a todos los discípulos para escoger quién tendría el honor de trabajar directamente a su lado.

Paisaje
Zhu Ruoji "Shitao"
(chino, 1642-1707)
- Voy a presentarles un problema, - dijo el Gran Maestro - y aquél que lo resuelva primero, será el nuevo guardián del Templo.

Terminado su corto discurso, colocó un banquillo en el centro de la sala; encima estaba un florero de porcelana seguramente carísimo, con una rosa roja que lo decoraba.

- Éste es el problema; - dijo el Gran Maestro - resuélvanlo.

Los discípulos contemplaron perplejos el "problema", por lo que veían los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor.

¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál sería el enigma?

Pasó el tiempo sin que nadie atinase a hacer nada salvo contemplar el "problema", hasta que uno de los discípulos se levantó, miró al Maestro y a los alumnos, caminó resolutamente hasta el florero y lo tiró al suelo, destruyéndolo.

- ¡Al fin alguien que lo hizo! - exclamó el Gran Maestro - ¡Empezaba a dudar de la formación que les hemos dado en todos estos años!. Usted es el nuevo guardián.

Al volver a su lugar el alumno, el Gran Maestro explicó:

- Yo fui bien claro: dije que ustedes estaban delante de un "problema". No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser eliminado.

Un problema es un problema; puede ser un florero de porcelana muy caro, un camino que precisa ser abandonado, por más que insistimos en recorrerlo porque nos trae bienestar... Solo existe una manera de lidiar con un problema: atacándolo de frente”.


Esquema del problema

Naturaleza muerta
Giorgio Morandi
(italiano, 1890-1964)
La palabra problema de nuestro idioma proviene del griego, pasando luego por el latín. En la lengua original, se conforma con dos partes. La primera es pro, indicando lo que va delante. La segunda proviene del verbo bállein, que significa arrojar, echar. Por lo tanto, el sentido original es “lo que ha sido arrojado adelante”, o también “lo que obstruye el camino”.

El problema es una situación ante la cual no podemos quedarnos indiferentes, sino que debemos tomar una actitud. Los pensadores clásicos hablaban de tres reacciones posibles ante el problema. La primera es dar marcha atrás, y desandar el camino. El obstáculo queda y nosotros retrocedemos, renunciando al itinerario que llevábamos.

La segunda posibilidad es esquivar el problema en lugar de encararlo. Buscamos una ruta alternativa, lo rodeamos. Lo cierto es que el obstáculo también permanece, y nuestra renuncia al camino o al medio de transporte no varía en nada su presencia.

La tercera es enfrentar el obstáculo y buscar la forma de removerlo del camino, de tal modo que la ruta quede despejada para poder proseguir. Encarar el problema es enfrentarlo, analizarlo y buscar la manera de eliminarlo. Esta actitud significa encontrar la pregunta que nos conduzca a una respuesta, con la cual esperamos encontrar una solución. El final de esta tercera actitud, entonces, es la “solución”, que habla de disolver, resolver, en definitiva, remover el obstáculo y no cambiar el itinerario.

Un problema, entonces, es un determinado asunto o una cuestión que requiere de una solución. En el cuento se nos presenta a los aspirantes a guardianes del Templo en situación de perplejidad, sin encontrar la pregunta que el Maestro les plantea con el jarrón. Pero hay uno que entiende bien lo que es un problema, y lo resuelve con la actitud adecuada.

Aparecen problemas en los distintos órdenes de la vida. Por ejemplo, los de nivel social, que se relacionan con planteos como: “mañana tenemos que pagar una deuda y no nos alcanza el dinero”, o “tengo que hacer la tarea para no tener problemas con la maestra”. A veces, esta palabra hace referencia a disgusto o preocupación: “El hijo de Laura y Miguel no para de darles problemas”. En estos casos humanos, como en aquellos más filosóficos y también los científicos, la actitud estará en encontrar la pregunta correspondiente, para dar la respuesta adecuada.


Un ejemplo legendario.

Mestrio Plutarco (griego, ca. 46-120 d.C) fue un historiador, biógrafo y ensayista. Tiene una obra llamada “Vidas Paralelas” en la cual presenta treinta dos comparaciones de personajes famosos. Algunos pocos han llegado a nuestro tiempo, otros se han perdido, y en general hay bastantes lagunas en el texto. Entre las comparaciones que conocemos figura la de Alejandro Magno (griego, 356 - 323 a.C.) con Julio César (romano, 100 - 44 a.C.). La intención del historiador no es tanto la fidelidad de los datos, como presentar la influencia del carácter en las realizaciones de los personajes comparados.

Vasija con flores
Friedrich Stowasser
(austríaco, 1928-2000)
En este contexto, cuenta una anécdota famosa de Alejandro Magno. Una de las versiones dice que en sus campañas de conquista, Alejandro llega a la Península de Anatolia, en la actual Turquía, luego de vencer a los persas. La capital de esta región se llamaba Gordion. Luego de tomarla, el Conquistador asienta en la ciudad su cuartel general.

Cuenta Plutarco que en aquella ciudad existía una creencia que llamó poderosamente la atención de Alejandro. Había, en el lugar sagrado, un carro de oro que estaba atado con una corteza de árbol trenzada, de tal modo que nadie era capaz de desatar aquel nudo. La creencia decía que aquel que fuera capaz de soltar aquel nudo sería el Rey de toda Asia.

Alejandro Magno aceptó el desafío. Lo rodearon todos sus lugartenientes y los grandes hombres de la ciudad. Pero después de un rato, y con las manos muy doloridas, no conseguía soltar el nudo. Cuenta Plutarco que entonces “desesperado, tomó su espada y lo cortó de un tajo”. Y así, entendiendo bien la pregunta, llegó a invadir la India y a ser considerado Rey de Asia.

Tanto el cuento chino, como el relato de Plutarco, nos enseñan a lidiar con los problemas, con los obstáculos que se interponen en nuestro camino. Nos aconsejan enfrentar el obstáculo y resolverlo, quitarlo del itinerario, buscando la pregunta para hallar la respuesta adecuada.


La anunciación de buenas noticias
Friedrich Stowasser (austríaco, 1928-2000)