Paisano vasco con vaca y ternera Aurelio Bibiano de Arteta y Errasti (vasco, 1879-1940) |
El
cuento.
Un
tranquilo y taciturno campesino vigilaba a dos vacas que pastaban en un prado,
y no hacía nada más.
Otro
campesino, que pasaba por allí, se sentó en un pequeño muro que delimitaba el
prado, permaneció un momento en silencio (en ese país las conversaciones son
lentas y muy pensadas) y finalmente preguntó:
-¿Comen
bien las vacas?
-¿Cuál
de ellas? -dijo el otro.
El
campesino que estaba de paso, un poco desconcertado por la pregunta, dijo
entonces al azar:
-La
blanca.
-La
blanca sí -dijo el primero.
-¿Y
la negra?
-La
negra también.
Tras
ese primer intercambio, los dos hombres permanecieron durante un buen rato sin
hablar, la mirada perdida en el familiar paisaje, las montañas, el pueblo.
Entonces
el segundo campesino preguntó:
-¿Y
dan mucha leche?
-¿Cuál
de ellas? -contestó el otro.
-La
blanca.
-La
blanca sí.
-¿Y
la negra?
-La
negra también.
A
lo que siguió otro silencio, que duró tanto como los otros, en el transcurso de
lo cual los dos hombres no se miraron. Sólo se oía el apacible sonido de las
dos vacas que pastaban.
Finalmente
el segundo campesino rompió el silencio y dijo:
-Pero,
¿por qué siempre me preguntas "cuál de ellas"?
-Porque
-contestó el primero-, la blanca es mía.
-Ah
-dijo el otro.
Reflexionó
un poco y preguntó para acabar, no sin una oculta aprensión:
-¿Y
la negra?
-La
negra también.
Fresco de la Iglesia de San Telmo (San Sebastián, siglo XVI) |
La
conversación
El
cuento presentado tiene origen en la región vasca de España. Tiene mucha gracia, por eso la lectura debe
ser pausada. La escena es como un juego
de niños, que se basa en la reiteración de la mirada, y en la precisión de las
observaciones. Y como sucede con
frecuencia cuando se juega con niños, se suele exasperar el adulto, que por lo
general aplica más la lógica que la intuición.
Sin título José Luis Zumeta (vasco, n. en 1939) |
Cuando
se busca el origen de la palabra “conversación”, nos encontramos que implica un intercambio,
algo que se asemeja a “realizar giros juntos”.
Por eso, en pueblos que hablaban en latín, la conversación era un
intercambio de cosas que eran intensamente usadas por uno y por otro. Es el uso común y frecuente de objetos, lo
que llevó al término a designar intimidad, el estar unos con otros.
Un
“conversador” en la antigüedad era un comensal, que comparte una comida, una
reunión con otros. Para referirse a la
conversación tal como la entendemos en nuestro tiempo, se hablaba de “sermo” en latín, que se acerca a la
realidad del diálogo, centrado en el uso de la palabra.
En
la historia presentada están las dos realidades. Por un lado, el estar juntos intercambiando
perspectivas, miradas. Aquí, lo que se
está compartiendo es el símbolo de la vaca, una negra y otra blanca. No hay intenciones explicativas, sino
observaciones directas de la realidad. Si
se sigue lo central de los tres momentos, vemos que la primera observación es
sobre la comida de las vacas, la segunda es sobre si dan leche, un alimento
importante para la vida humana, y la tercera es una observación sobre la
propiedad.
El
segundo aspecto, el del uso de la palabra, que permite que los dos campesinos
tengan un intercambio, una interrelación en la soledad de un lugar
abierto. Los dos campesinos emiten
palabras, que en realidad son sonidos transformados en sentido mediante la
cultura. La humanidad no surgió sabiendo
“palabras” sino que las fue inventando de a poco, de tal manera que todos los
que estaban en un mismo lugar, al escuchar determinado sonido, supieran qué es
“lo que se quería decir”. El diálogo nos
remite al origen y nos recuerda el largo y sinuoso camino común de lograr
entendernos.
Del
cuento también podemos rescatar a “la vaca”.
Es un animal muy noble, que nos ha llenado de bienes. En todas las culturas es una de las
representaciones de la Madre Tierra, que nos brinda variedad de alimentos para
que vivamos. Es figura de la abundancia
y dadora de riquezas. Por esta razón, es
venerada en algunas regiones de nuestro planeta como un animal sagrado.
Sin título José Luis Zumeta (vasco, nacido en 1939). |