Es el miedo
el que nos mantiene despiertos
Andrew
Salgado
(canadiense, n. en 1982) |
Un Sultán soñó que había perdido todos sus dientes.
Después de despertar, mandó llamar a un sabio para que interpretase su sueño.
-"¡Qué desgracia, Mi Señor!", dijo el sabio.
"Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra
Majestad."
-"¡Qué insolencia! ¿Cómo te atreves a decirme
semejante cosa? ¡Fuera de aquí! ¡Castigadle!", gritó el Sultán enfurecido.
Más tarde, el sultán consultó a otro sabio y le contó
lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:
Sin título
M.F. Husain
(indio, 1915-2011) |
-"¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido
reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos tus parientes."
El semblante del Sultán se iluminó con una gran
sonrisa y ordenó que dieran cien monedas de oro al sabio. Cuando éste salía del
Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
-"¡No es posible! La interpretación que habéis
hecho de los sueños es la misma que el primer sabio. No entiendo porque al
primero se le pagó con un castigo y a ti con cien monedas de oro."
El segundo sabio respondió:
- "Amigo mío, todo depende de la forma en que se
dice. Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse. De
la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la
guerra. La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos
contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado
embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con
agrado."
La comunicación ambivalente
La palabra comunicación tiene un sentido muy
conocido. Es “compartir algo, poner en común”. Por lo tanto, la comunicación es un fenómeno
inherente a la relación de los seres vivos entre sí. En su ejercicio, las personas obtienen
información respecto a su entorno, y la comparten con otros.
Paisaje
Akbar Padamsee
(indio, n. en 1928)
|
Hace 5.000 años los pueblos indoeuropeos fusionaron los
vocablos “ko” (vivir juntos) y “mei” (intercambio). Surgía así la
comunicación como un bien social al expresar la acción de “constituirse y ser
juntos intercambiando”. Comunicarse es
hacer comunidad.
En el cuento, el Sultán ha adquirido un conocimiento a
través del sueño, e inicia un proceso de comunicación con dos sabios,
obteniendo resultados bien distintos.
Sabemos que los sueños nos llevan a aspectos profundos de nuestro propio
ser, y muchas veces nos revelan cosas que no nos atrevemos a pensar cuando
estamos despiertos. El funcionario está
comunicando algo muy delicado de su propia intimidad, cuyo sentido no alcanza a
descubrir. Entonces recurre a la ayuda
idónea, al sabio de su comunidad.
El primer sabio es el signo de aquella forma de comunicación
que genera temor. Transmite miedo, algo
muy frecuente en nuestro tiempo. Ese
sabio maligno representa a los que nos llenan de miedos.
Fiel a la vida
Valerie
Jaudon
(estadounidense, n. en 1945) |
Ante la admiración que nos produce el universo en expansión,
el sabio envenenado nos carga de angustias para que vivamos en espacios
reducidos. Otras veces nos enseña el
miedo al tiempo, exaltando la juventud y odiando la vejez, haciéndonos olvidar
que la realización de cada ser humano está en crecer con todo su potencial, con
la confianza que encontrará algo mejor en su caminar por la vida. En otras circunstancias, como en la niñez,
los sabios dañinos nos enseñan a temer lo distinto, cuando intentamos poner de
manifiesto los talentos que hemos recibido.
El segundo sabio obra con profunda compasión. Solamente un envidioso podría pensar que este
buen hombre está adulando al Sultán. Es claro que en el cuento, el Sultán
representa a cada ser humano, pues de lo que aquí se habla es algo común, el
soñar. El relato está enseñando a la
comunidad, y por eso, el sabio explica que la manera de comunicar es la que
hace la guerra o la paz, la que lleva felicidad o desgracia.
La verdad lleva a la libertad de vivir sin miedo, aceptar
morir, no temer perder. Por eso la
comunicación humana y fraternal es aquella que presenta la verdad de la mejor
manera posible, como dice el segundo sabio, con la mayor ternura.
Imágenes de reminiscencia
Jyoti Bhatt
(indio, n. en 1934) |