Arunas Zylis (lituano, n. en 1953) |
En
su cabaña de la montaña, el sabio ermitaño recibió con alegría a un noble
caminante que llegaba hasta él después de un largo viaje.
Era
un día muy frío, con fuertes vientos y una copiosa lluvia que parecía no parar.
El
viejo preguntó: “¿Cómo has logrado llegar hasta este lugar tan lejano y con
este clima terrible?”
Y
el viajero respondió: “En verdad, mi corazón iba adelante, avanzando sin parar.
Y lo único que tuve que hacer fue seguirle”.
Sigue
tu corazón
Esther Mahlangu
(sudafricana, n. en 1935)
La
figura geométrica que se usa para simbolizar el corazón es un triángulo
invertido. De esta manera, se parece a un recipiente en el cual se depositan
los bienes del cielo que vivifican al ser individual. En el corazón reside el
principio divino del hombre, un principio pequeño, sutil e invisible, que en la
tradición se lo asimila a un grano de mostaza.
El
corazón es el centro del ser humano, pues allí recibe el aliento vital y la luz
de la inteligencia, bienes que lo sumergen en el amor y la sabiduría. Es centro
porque desde ese punto el hombre está unido al universo, formando parte del
mismo. No se puede pensar el ser humano sin el cosmos ni al cosmos sin cada ser
humano.
En
este contexto de espiritualidad, la exhortación sigue tu corazón nos lleva a la vida auténtica. El seguimiento nos
hará pasar por distintos lugares y paisajes, que pueden ser pruebas o
revelaciones. Veamos algunas circunstancias que el relato señala.
Misterios
Lee Krasner
(norteamericana, 1908-1984)
El
peregrino del cuento pasa por el frío, que junto al calor, simbolizan los pares
que deben ser armonizados para la salud corporal y del alma. Otra señal son los
vientos, de los cuales la tradición humana desconoce el origen, por lo que los
atribuye a seres relacionados con la divinidad. El viento, que a veces es
representación de vanidad e inconstancia, también es soplo de origen celeste.
Finalmente la lluvia, que parece impedir el desplazamiento del peregrino, es
también principio activo que, desde arriba, fecunda la tierra, es decir,
multiplica las virtudes del corazón.
Sigamos
el corazón para encontrarnos con el maestro que allí está, paciente y
comprensivo, que nos revelará las enseñanzas que necesitamos para seguir
transitando el mundo infinito de nuestro corazón.
La Bestia Jim Dine (norteamericano, n. en 1935) |