domingo, 6 de abril de 2014

PALILLOS DE MARFIL


Flores en caída
Shen Zhou (chino, 1427-1509)


Cuando Chu, último rey de la dinastía Chang, ordenó que de un marfil de inmenso valor se le fabricaran palillos para comer, su tío y consejero, el príncipe Ki, se mostró sumamente triste y preocupado. Los palillos de marfil no pueden usarse con tazones y platos de barro cocido: exigen vasos tallados en cuernos de rinoceronte y platos de jade, donde en vez de cereales y legumbres deben servirse manjares exquisitos, como colas de elefante y fetos de tigre. Llegado a esto, difícilmente el rey estaría dispuesto a vestir telas burdas y vivir bajo un techo de paja: encargaría sedas y mansiones lujosas.
Laberinto intrincado
Yue Minjun (chino, n. en 1962)

-Me inquieta adónde conducirá todo esto -dijo el príncipe Ki.

Efectivamente, cinco años después el rey Chu de la dinastía Chang asolaba el reino para colmar sus despensas con todas las exquisiteces, torturaba a sus súbditos con hierros cadentes, y se embriagaba en un lago de vino. Y de este modo perdió su reino.


El eje de las cosas

         El cuento viene de China, el país más poblado del planeta.  Tiene más de 1.300 millones de habitantes; en segundo lugar está la India, con 1.200 millones, y el tercer lugar corresponde a Estados Unidos con más de 300 millones.  Estos tres países suman casi el 45% de la población mundial. 
Carácter "wang"

         En cuanto a extensión, China está en tercer lugar muy cerca de Canadá y luego de Rusia, que es el más grande. Estas informaciones, como las provenientes de su larga historia, nos ayudan a valorar la sabiduría atesorada en su vida, de la cual el cuento citado es una muestra.

         La figura del rey es muy valorada.  Para designarlo se usa el carácter “wang” formado por tres trazos horizontales paralelos, que simbolizan el cielo, el hombre y la tierra, ligados en el medio por un trazo vertical.  El rey sirve de vínculo a los tres planos de la realidad, y además forma parte de su obra. 

         Cuando se representa el poder del rey, se lo hace mediante cuadrados, recordando que su influencia abarca los cuatro puntos cardinales.  Es como un eje central por el cual desciende la virtud de lo alto y al mismo tiempo es el camino hacia el cielo.  Otra imagen asimila el rey al sol.  Así como el astro regula el ritmo y la armonía de los días y las estaciones, del mismo modo el rey regula desde el dominio cósmico al dominio social.

Magnolia y roca erecta
Chen Hongshou
(chino, 1598-1652)
         De esto surge el escándalo que siente el príncipe Ki cuando su sobrino, el rey, ordena que le fabriquen palillos de marfil. No sólo es un mal ejemplo de ostentación, sino que se convierte en una grave desarmonía para todo el reino, que sufre la superficialidad del soberano.  En cinco años, unos simples palillos para comer llevan a la decadencia imparable del gobernante.

         La figura del rey se aplica en las culturas a cada persona humana.  Es un símbolo de nuestros poderes sobre el entorno en el que vivimos, sobre las personas que acompañan nuestra vida diaria y sobre nuestro mundo interior, compuesto por nuestros pensamientos y nuestra mente. 

         No importa el lugar que ocupemos en la comunidad humana, siempre somos señores de nuestra vida, y tenemos que decidir de una forma adecuada en muchos aspectos de nuestro vivir cotidiano.  De esta manera, no solamente evitaremos graves daños para nuestro entorno y para nosotros mismos, sino que permaneceremos abiertos a la felicidad que está en la armonía con la realidad.

Paternalismo
Mao Xuhui (chino, n. en 1956)