Flores en caída Shen Zhou (chino, 1427-1509) |
Cuando Chu, último rey de la
dinastía Chang, ordenó que de un marfil de inmenso valor se le fabricaran
palillos para comer, su tío y consejero, el príncipe Ki, se mostró sumamente
triste y preocupado. Los palillos de marfil no pueden usarse con tazones y
platos de barro cocido: exigen vasos tallados en cuernos de rinoceronte y
platos de jade, donde en vez de cereales y legumbres deben servirse manjares
exquisitos, como colas de elefante y fetos de tigre. Llegado a esto,
difícilmente el rey estaría dispuesto a vestir telas burdas y vivir bajo un
techo de paja: encargaría sedas y mansiones lujosas.
Laberinto intrincado Yue Minjun (chino, n. en 1962) |
-Me inquieta adónde conducirá todo
esto -dijo el príncipe Ki.
Efectivamente, cinco años después
el rey Chu de la dinastía Chang asolaba el reino para colmar sus despensas con
todas las exquisiteces, torturaba a sus súbditos con hierros cadentes, y se
embriagaba en un lago de vino. Y de este modo perdió su reino.
El eje de las cosas
El cuento viene de China, el país más
poblado del planeta. Tiene más de 1.300
millones de habitantes; en segundo lugar está la India, con 1.200 millones, y
el tercer lugar corresponde a Estados Unidos con más de 300 millones. Estos tres países suman casi el 45% de la
población mundial.
Carácter "wang" |
En cuanto a extensión, China está en
tercer lugar muy cerca de Canadá y luego de Rusia, que es el más grande. Estas
informaciones, como las provenientes de su larga historia, nos ayudan a valorar
la sabiduría atesorada en su vida, de la cual el cuento citado es una muestra.
La figura del rey es muy valorada. Para designarlo se usa el carácter “wang” formado por tres trazos
horizontales paralelos, que simbolizan el cielo, el hombre y la tierra, ligados
en el medio por un trazo vertical. El
rey sirve de vínculo a los tres planos de la realidad, y además forma parte de
su obra.
Cuando se representa el poder del rey,
se lo hace mediante cuadrados, recordando que su influencia abarca los cuatro
puntos cardinales. Es como un eje
central por el cual desciende la virtud de lo alto y al mismo tiempo es el
camino hacia el cielo. Otra imagen
asimila el rey al sol. Así como el astro
regula el ritmo y la armonía de los días y las estaciones, del mismo modo el
rey regula desde el dominio cósmico al dominio social.
Magnolia y roca erecta Chen Hongshou (chino, 1598-1652) |
De esto surge el escándalo que siente
el príncipe Ki cuando su sobrino, el rey, ordena que le fabriquen palillos de
marfil. No sólo es un mal ejemplo de ostentación, sino que se convierte en una
grave desarmonía para todo el reino, que sufre la superficialidad del
soberano. En cinco años, unos simples
palillos para comer llevan a la decadencia imparable del gobernante.
La figura del rey se aplica en las
culturas a cada persona humana. Es un
símbolo de nuestros poderes sobre el entorno en el que vivimos, sobre las
personas que acompañan nuestra vida diaria y sobre nuestro mundo interior,
compuesto por nuestros pensamientos y nuestra mente.
No importa el lugar que ocupemos en la
comunidad humana, siempre somos señores de nuestra vida, y tenemos que decidir
de una forma adecuada en muchos aspectos de nuestro vivir cotidiano. De esta manera, no solamente evitaremos
graves daños para nuestro entorno y para nosotros mismos, sino que
permaneceremos abiertos a la felicidad que está en la armonía con la realidad.
Paternalismo Mao Xuhui (chino, n. en 1956) |