domingo, 3 de agosto de 2014

EL COLLAR Y EL TIGRE

Orfei (tigre)
Mimmo Rotella
(italiano, 1918-2006)

Un joven llega ante un Maestro. Este lo mira con ojos tan intensos como los de una fiera. El santón es enorme y tiene tal energía que el discípulo tiembla.

 “¿Qué haces aquí?”

“¡Busco la luz!”

“¡Estás en medio del río y te quejas de que tienes sed!”

“¡No entiendo, Maestro!”

“Si resuelves esta adivinanza podrás comprender: En un bosque hay un tigre terrible que tiene un collar. ¿Quién se lo puede quitar?”

El estudiante responde: “¡Un hombre más fuerte que él!”

El Maestro le da un bastonazo en la cabeza. “¡Perezoso! ¡Vete y no vuelvas hasta que estés seguro de la respuesta!”

El joven, conteniendo la sangre que corre desde su cuero cabelludo, se interna en un bosque, a meditar. Después de muchos días vislumbra una respuesta. Corre hacia el Maestro.

“¡Le puede quitar el collar quien lo puso!”

Le responden: “¡Intelectual asqueroso!” Y le dan otro palo en la cabeza.

Llorando de impotencia, el discípulo vuelve a sus parajes solitarios. Odia al Maestro. Sin embargo regresa a verlo.

 “¡Es el tigre quien se puede quitar el collar porque él mismo se lo puso!”

“¡Imbécil romántico!” ¡Zas! ¡Palo! Ensangrentado, el joven se refugia en una caverna.

El joven, en un destello, ve por fin la respuesta. Dando un grito de alegría, corre hacia el Maestro. Se quita el cinturón. Lo ata alrededor del cuello del feroz santón y lo jala hasta sacarlo de su sitio. Allí se sienta él.

El Maestro ríe a carcajadas, lo abraza y le dice: “¡Ya eres tu propio amo; has triunfado! ¡Se ha encendido una luz!”


Indicaciones de búsqueda.

Hattara Sonja con su
tigre blanco

Utagawa Kuniyoshi
(japonés, 1797-1861)
         El relato fue construido a lo largo de varias generaciones.  Su semilla original es un “koan”, un problema práctico que los maestros de Oriente suelen presentar a sus discípulos para comprobar sus progresos.  En general son situaciones banales, absurdas o ilógicas. En este caso, es la pregunta sobre el collar del tigre. Para resolver los enigmas, el discípulo debe superar su pensamiento racional y buscar otro nivel de conciencia más profundo, y así adivinar qué es lo que el maestro realmente le está preguntando, lo que trasciende el sentido literal de las palabras.

         El cuento se ha enriquecido con la descripción de la búsqueda del discípulo.  En las respuestas atribuidas al discípulo del cuento, se pueden reconocer distintos maestros y discípulos, que aquí han sido unificados.  La respuesta final fue agregada en nuestro tiempo.

         El tigre evoca en nosotros las nociones de potencia y ferocidad, como algo negativo.  Pero los símbolos siempre son ambivalentes, abarcan aspectos positivos y negativos a la vez.  En Oriente simboliza la fuerza de la fe, del esfuerzo espiritual para atravesar la maraña del mal y la selva de los pecados.

         Bello, cruel, rápido, fascina y aterroriza.  En los sueños encarna un oscurecimiento de la conciencia, un conjunto de instintos que nos hacen sufrir.  Pero si en los sueños lucha contra los animales rastreros, entonces es símbolo de un nivel superior de conciencia. 

Con la ferocidad con que el hombre
está comiendo su sombra

Vasile Dobrian
(rumano, 1912-1999)
         En una de las tantas tribus primitivas que habitan en nuestro planeta, se afirma que el tigre, por su vida y por sus costumbres, es un hombre verdadero, que no toma el aspecto  de tigre más que temporalmente.  No se habla de que el tigre y el hombre se parecen, sino que son lo mismo.  En este sentido sería el hombre a veces feroz en sus instintos, otra veces potente en su fe y conquista del bien.

         La respuesta a la pregunta del maestro también está en el collar.  Este objeto simboliza una dignidad, una función o una atadura de esclavo o prisionero.  Quizás el problema no está en sacárselo sino en entender la dignidad que significa el collar.  Así se comprende la actitud del discípulo de desplazar al maestro de su lugar.


         En el relato se nos da una última señal, que nos permitirá saber si se ha logrado resolver el enigma.  Esa señal es la risa, que se muestra en la carcajada del maestro.  Encontrar la solución a los interrogantes de la vida nos hace entrar en un estado de mayor alegría.  Desde la sonrisa, hasta el inmenso placer de la felicidad, es el auténtico final para todas las preguntas que se nos crucen en la existencia.


Estudio para tigre
Ellsworth Kelly
(norteamericano, n. en 1923)