En
una reunión de formación tradicional, un maestro les explicaba a los discípulos
y amigos allí reunidos:
-
Un hombre bueno es aquel que trata a los demás como a él le gustaría ser
tratado.
Un hombre generoso, por su parte, es aquel que trata a otros mejor de
lo que él esperaría ser tratado. Pero, un hombre sabio es quien sabe de qué
manera él mismo y los otros deberían ser tratados; de qué manera e incluso
hasta qué punto
Dios de la
longevidad y la sabiduría
Ito Jakuchu
(japonés, 1716-1800)
|
-
Pero, maestro, ¿qué es mejor: ser bueno, generoso o sabio?
El
maestro, sin apenas pestañear, contestó:
-
Si eres sabio, no tienes que estar obsesionado todo el día con ser bueno o
generoso. Sólo estás obligado a hacer en cada momento lo que es necesario.
Y
les dijo la siguiente conclusión:
- No es la mano la que es generosa, sino el
ojo, la vista. Lo único que importa en el camino interior es ver, para
discernir; y el sabio es el que ve. Quien ve, el sabio, el hombre de
conocimiento, actúa más allá de cualquier juicio. Hace en todo momento lo que
tiene que hacer, lo que hay que hacer.
Juicio
y clasificación.
Una
vez que el ser humano salió del Paraíso, el lugar de la inocencia primera,
quedó atrapado en el mundo del juicio, que lo lleva a dividir la realidad para
clasificarla, y de este modo conservar una posición de preeminencia sobre las
cosas y sobre los demás seres humanos.
Una cosa es saber lo que significa ser bueno, generoso o sabio, y otra
cosa distinta es querer conocer qué es mejor, es decir, juzgar entre esas
actitudes.
Retrato de
un anciano
Filippino
Lippi
(italiano, 1457 –1504) |
Ser
bueno, generoso o sabio son actitudes. Bueno significa todo aquello que es útil,
agradable, gustoso, divertido o apetecible. Como se puede observar fácilmente,
está referido siempre a otros.
La que
ofrece un rico significado es la palabra “sabio”. Es un adjetivo formado sobre la raíz del
verbo en latín “sapere”, que significa tanto "tener buen gusto"
(referido a cosas y personas), como "saber, tener sensibilidad y buen
juicio y sensatez para juzgar las cosas, tener sentido común y
conocimiento".
La morada
del sabio es el universo
Hassan Massoudy
(iraquí, n.
en 1944)
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Las
tres actitudes mencionadas por el maestro son hábitos operativos, es decir,
acciones que hacen esas personas sin percibir que lo están haciendo. El hábito es una costumbre adquirida por la
práctica y la experiencia, de tal modo que alguien es bueno, generoso y sabio
cuando ya no se da cuenta de que lo está siendo. Actúa más allá de cualquier juicio.
Por
eso importa mucho seguir el camino interior, en donde el discernimiento es lo
único valioso. El hombre sabio actúa más
allá de cualquier juicio, hace lo que hay que hacer de un modo espontáneo,
intuitivo y libre. Superar el juicio al
otro, y aún a sí mismo, es conquistar una nueva inocencia.
El límite
Arshile
Gorky (armenio, 1904 - 1948)
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