domingo, 1 de marzo de 2015

LA VACA PIADOSA




La vaca azul
Marc Chagall
(bielorruso, 1887-1985)


Había un hombre piadoso que tenía una vaca para arar el campo.  Un día se empobreció el hombre y vendió al animal a un pagano.

El pagano araba con la vaca toda la semana.  Llegó el sábado y la vaca se tiró al suelo y se negó a trabajar.  El hombre la castigó, pero fue inútil.  Furioso, fue el pagano a la casa del judío y le dijo:

-Llévate de vuelta a tu vaca, puesto que no quiere trabajar en sábado.

Fue el piadoso y le dijo a la vaca en el oído:
-¡Ay, vaca! Mientras estabas en mi propiedad te acostumbraste a descansar en sábado.  Ahora por mis muchos pecados hube de venderte.  Te ruego, levántate y cumple con la voluntad de este hombre.

La vaca se levantó y se dispuso a trabajar.

Dijo el pagano:
-¿Qué hiciste?  ¿La embrujaste?

Le explicó.  Entonces, cuando oyó la historia, dijo el pagano:
-Si la vaca que no tiene inteligencia supo reconocer a su Creador, yo un ser racional, creado a imagen y semejanza de Dios, ¿no he de reconocerlo?

Fue de inmediato y se convirtió al judaísmo y se dedicó a estudiar toda la Torá y fue llamado “Rabí Iojanán hijo de Torta”.  (Torta, en arameo significa vaca. La vaca lo hizo nacer de nuevo).
Hombre y vaca
David Burliuk
(ruso, 1882-1967)

Comentarios de los maestros:

La capacidad humana para dominar su medio ambiente y dominarse es muy grande, es lo que lo hace propiamente humano.

También los animales aprenden y modifican e incorporan conductas.

Con más razón ha de ejercer el hombre su poder racional –imagen y semejanza de Dios- para reconocer su puesto en el Cosmos y la presencia del Creador.


Hablar con los animales

         Todo el universo es una desbordante enseñanza para el hombre.  Cada vez que se dirige con su mirada al mundo de los astros, encuentra señales que le abren el corazón a muchos caminos de libertad.  Si observa a su alrededor, en los vivientes de su planeta se le manifiestan lecciones tan amplias en número, que no le alcanza la propia vida para conocerlas a todas, debe quedarse con las más útiles que lo lleven a su destino. 

La vaca
Wassily Kandinsky
(ruso, 1866-1944)
         El ser humano ha adquirido una larga experiencia, generación tras generación, viviendo sumergido en el cosmos.  De este modo, ha aprendido, por ejemplo, a volar, a viajar con rapidez, a conseguir alimento en cantidad para satisfacer las necesidades de todos.  Muchas máquinas, multiplicadoras de fuerza y de habilidades, se resolvieron gracias a las lecciones de articulación y movimiento que nacieron de la observación de la naturaleza.

         En la tradición espiritual nos encontramos con numerosos “bestiarios”: textos con bellas reflexiones que nacen de estar atentos a los distintos animales y se aplican a intuiciones espirituales, ese mundo invisible que nos atraviesa sin dejar marcas en los sentidos.  Gracias a la entrega del pelícano a sus pichones, o la obediencia de los perros, o a la astucia de las serpientes, hemos descubierto mensajes que vienen del mundo profundo para dar sentido a la vida en vigilia.

Tratado de paz con la naturaleza
Friedensreich Hundertwasser
(austríaco, 1928-2000)
         El cuento presentado está en el marco de la naturaleza como libro de sabiduría.  Nos habla de una vaca en relación con una costumbre religiosa.  Indagando en el símbolo encontramos resonancias en todo el mundo.

         La vaca, productora de leche, es un símbolo antiguo de la tierra nutricia, y así es considerada por mucha gente,  que trata con veneración a este animal.  Luego la vemos como símbolo de la aurora primordial, en un mítico comienzo de los tiempos.  En algunos pueblos la consideraron, por esta razón, la madre del sol.

         En el extremo oriente se presenta, en diez cuadros, a un hombre que lleva a una vaca del hocico, luego que la va domando, hasta que el animal se vuelve blanco y finalmente desaparece.  Aquí representa la capacidad de iluminación del mismo hombre, que pasa de la oscuridad, es decir, del esfuerzo que tiene que realizar para dominar sus distracciones y sus pasiones, hasta la máxima iluminación, en donde la desaparición del animal es la liberación de todas sus limitaciones humanas.

          A veces la vida se nos vuelve molesta y dolorosa, fruto de experiencias reales.  Pero no hay obstáculo que pueda frenar la compañía que tenemos en la inmensidad del espacio sideral o en las innumerables lecciones de la naturaleza, algunas muy humildes como la enseñanza de la vaca piadosa.

 
Movimiento al natural
Richard Mortensen
(danés, 1910-1993)