Autorretrato con gallina y gallo
Boris Grigoriev
(ruso, 1886-1939) |
Dos
hombres se hallaban discutiendo agitadamente a propósito de un asunto doméstico
mientras uno de ellos acusaba al otro de haber perpetrado un robo. Sin poder dirimir el conflicto, la discusión
desencadenó en una sonora vocería y había llamado la atención de quienes se
encontraban cerca del lugar. Al ver que
la disputa pronto terminaría en una feroz lucha cuerpo a cuerpo, un joven se
ofrece para conciliar las posiciones de las partes involucradas. Pero, no obstante sus esfuerzos, la mediación
fracasó debido a la intransigencia de los contendientes. Ya cuando la discusión parecía agotarse,
acierta a pasar por allí un conocido Maestro.
Tan pronto como el público congregado en torno a la pelea advierte su
presencia, es convocado inmediatamente para poner fin a la acalorada
discusión. El joven que se había
ofrecido como mediador, lo instruye brevemente sobre el conflicto, y el Maestro
se dispone a escuchar los argumentos de cada uno.
- Bien, dice el Maestro, te escucho primero a
ti, que pareces ser el más colérico.
- Yung robó seis de mis gallinas y ahora
pretende que le pertenecen.
- ¿Lo has visto cuando lo hacía?, preguntó el
Maestro.
- No, pero sé muy bien que las atrajo con
alimento, repuso el acusador.
- No es cierto, dijo Chang, las gallinas
huyeron espantadas por la presencia de un zorro y luego buscaron refugio en mi
corral.
- ¡Mientes!, las atrajiste con mijo y maíz.
- Deberías agradecer a tu vecino el haber
salvado el pellejo de tus gallinas, dijo el Maestro.
Paisana con
gallina
Marevna
(Marie Vorobieff)
(rusa, 1892-1984) |
- Y bien Maestro, ¿qué dice usted?
- El asunto es muy complejo. Lo que dice Chang es verdad y también es
verdad lo que relata Yung, quien ha robado y no ha robado las gallinas.
- ¿Cómo es eso?
¿Acaso no me pertenecen?, preguntó Chang.
- Te pertenecen a ti y no te pertenecen.
- Maestro, no es posible que ambos tengan
razón, dice el joven.
- Eso que tú dices también es cierto, dijo el
Maestro, y luego se marchó.
Ante el estupor y la perplejidad de
ambos contendientes, Chang decidió que su vecino conservara la mitad de las
gallinas que le reclamaba.
Sorpresas
del conflicto
La
pelea entre los dos vecinos se origina mucho tiempo antes que sus sencillas
vidas. Alrededor de 7.000 años a.C. se
produce la domesticación de la gallina.
Es bueno recordar que los animales fueron siempre salvajes, hasta que el
hombre empezó a dominar sobre algunos de ellos.
Los estudios indican que el primer animal doméstico fue el perro, hacia
15.000 años a.C.
Espiral del
sol y casa de la luna –
los vecinos
Friedensreich Hundertwasser
(austríaco, 1928-2000) |
La
gallina fue domesticada en China, pero tuvo un arraigo importante en India
3.000 años antes de Cristo. Luego pasó a
Europa por dos caminos, Medio Oriente y Rusia.
En Egipto hay rastros hacia el 1.500 a.C., y fueron muy importantes en
el mundo griego. La gallina quedó
incorporada al Imperio Romano donde se desarrollaron variadas técnicas de cría
y la llevaron por todo el territorio dominado.
En esta civilización fue valorada como alimento en los distintos
estratos de la sociedad.
Se
dice que Cristóbal Colón (genovés, 1436-1506) trajo la gallina a América en su
segundo viaje. Recientemente se ha
tenido noticias de que los mapuches, antiguos habitantes de Sud América, habían
criado gallinas antes del contacto con los colonizadores. Desde Egipto llegaron al resto de África
mucho tiempo antes, y actualmente son animales esenciales de la vida
africana. Es notable la frecuencia con
que el gallo aparece en los emblemas de los partidos políticos en ese
continente.
Vuelta a la razón
Man Ray
(norteamericano, 1890-1976) |
También
llama la atención el número de gallinas que causa el conflicto. Seis indica un número inestable, que es
potencia de bien o de mal. El siete es
siempre plenitud y cuando se aplica al hombre indica espiritualidad. Por ejemplo, los dones del Espíritu Santo son
siete en la Biblia. El cinco, en cambio,
es la suma del dos, lo femenino, y el tres, lo masculino. Así es el número que indica al hombre
natural, tal cual es. El seis, al estar
en el medio es un símbolo de transformación, pero en potencia, y puede salir
mal. De allí que, en el Apocalipsis, este número se aplique al Enemigo, a la
Bestia.
El
cuento presenta un problema de difícil solución. En la conversación de los adversarios con el
Maestro se nota la presentación de un principio lógico puesto en un contexto de
disputa. Apenas se piensa, se manifiesta
la misma conclusión que graciosamente expone el Maestro: ambas partes tienen
razón. El suceso del cuento es aplicable
a otros innumerables acontecimientos que nos dejan perplejos.
El
hombre sabio entiende que las cosas y los seres se enlazan recíprocamente en
existencias interdependientes y, por lo mismo, se encuentran sujetos a
transformaciones sucesivas. Se ha
señalado una inmensa transformación, que fue la domesticación de las gallinas,
pero hay muchas más modificaciones que influyen en esta disputa. Las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza
se manejan tanto con independencia como con interdependencia.
El
Maestro no llega a un veredicto ni a una sentencia definitiva. De esta manera prepara a los contendientes
para tomen una decisión por sí mismos.
La resolución de Chang no resulta justa respecto de la ley jurídica,
sino con respecto a la ley de las circunstancias y de las cosas. En realidad, ingresan en una forma más alta
de justicia, que es la armonía con lo que nos rodea y con el universo.
La razón
pura
Rene
Magritte
(belga,
1898-1967)
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