domingo, 3 de julio de 2016

EL JUEZ Y LAS PATATAS



Cosechadores de papas
Maurice de Vlaminck
(francés, 1876-1958) 



Un juez se fue de vacaciones a casa de uno de sus primos, que era campesino. Al tercer día, el juez, que empezaba a aburrirse viendo a su primo muy ocupado, le propuso ayudarlo.

-¿Qué sabes hacer? -le preguntó el campesino.

El juez reflexionó un instante y no pudo ofrecer ninguna respuesta satisfactoria. El campesino reflexionó por su parte y encontró un trabajo fácil. Condujo al juez hasta una granja cuyo suelo se encontraba cubierto de patatas que acababan de ser arrancadas.

-Esto es lo que vas a hacer -le dijo-. Vas a guardar estas patatas en tres categorías: las grandes, las pequeñas y las medianas. Hasta la noche.

El campesino se fue y se pasó todo el día trabajando los campos. Al regresar, cuando era ya casi de noche, abrió la puerta de la granja y vio que las patatas estaban exactamente en el mismo sitio donde las había dejado por la mañana.

El juez estaba en medio de la granja, con aire abatido, el rostro cubierto de sudor, despeinado. Tenía una patata en la mano. 

-¿Qué ha pasado? -preguntó el campesino.

 El juez alargó el brazo y le entregó la patata, preguntándole con voz quebrada:
-¿Es una grande, una pequeña o una mediana?

Criterios justos

         Digno de compasión es el juez del cuento ante la falta de un criterio que le permita cumplir con el encargo de su primo.  Su abatimiento está lejos de lo que describe Sócrates (470 aC-399 aC), el filósofo griego: “Cuatro características corresponden al juez: escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente”.
Papas en un plato Amarillo
Vincent van Gogh
(neerlandés, 1853-1890)

         Hay un término latino, “ius”, que ha dado lugar a la palabra “juez”, como también al sustantivo “justicia”.  Quizás provenga de un término imperativo indio, que significa “¡Sana!” o “¡Salva!” usado como una fórmula ritual. Siendo un rito antiguo, invita a adecuarse a las leyes de la naturaleza, al orden de las cosas.

         Lo mismo sucede, en su origen, con la palabra “ley”, que viene del latín “lex, legis”, un vocablo religioso que se refiere a las fórmulas elegidas para llevar a cabo un rito.  Así pasa al campo jurídico, indicando: regla o norma establecida por una autoridad superior para regular, de acuerdo con la justicia, algún aspecto de las relaciones sociales. 

         La “lex” se diferencia del “ius”, en que mientras el “ius” se deriva de la naturaleza, la “lex” es una norma establecida por convención. Y se diferencia de los “mores”, que son las normas que dependen de la costumbre, en que la “lex” es obligatorio que se formule y mantenga por escrito.

Dispuestos según la ley del azar
Hans Arp
(francoalemán, 1887-1966)
         Al sufriente juez le faltaba el criterio, la norma para ordenar la pila de papas.  Su primo se había ido, y se quedó sin lo único que lo podía salvar de la angustia, que era la convención en cuanto al tamaño de las patatas.  Así la tarea encomendada nos ayuda a entender el mundo del derecho y la justicia.

         Decía un escritor español: “El buen juez no ha de torcer las leyes a su condición, sino torcer su condición conforme a las leyes”.  Por esto, el magistrado del cuento era bueno.  Sabía que una cualidad de la justicia es hacerla pronto y sin dilaciones; hacerla esperar es injusticia.  Pero pasó todo un día, y no pudo clasificar ninguna papa.

         Su angustia se comprende mucho más cuando recordamos la enseñanza de Confucio (551 aC-478 aC): “Mejor que el hombre que sabe lo que es justo es el hombre que ama lo justo”.

         Amar lo justo es sumergirse en el orden de la naturaleza, respetar las convenciones de los hombres, productos de los diálogos y los acuerdos, y respetar las costumbres de los pueblos, que son frutos de la convivencia entre los hombres.

Construcción de fuerza espacial
Liubov Popova
(rusa, 1889-1924)