Las cuatro estaciones, los cuatro elementos y los humores humanos. Isidoro de Sevilla (español,556-636) |
Una
vez un maestro estaba dando clase a sus alumnos. Aquella mañana quería
ofrecerles una lección distinta a las que vienen en los libros. Después de
pensar un poco ideó la siguiente enseñanza:
Hizo
una mancha de tinta china en un folio blanco de papel. Reclamó la atención de
los alumnos y alumnas y les preguntó:
-
“¿Qué ven?”
-
“Una mancha negra”, respondieron a coro.
-
“Se han fijado todos en la mancha negra que es pequeña”, replicó el maestro, “y
nadie ha visto el gran folio blanco que es mucho mayor.”
Figura
y fondo
Diario
Bice Lazzari
(italiano,
1900-1981)
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El
maestro ayuda a comprender que no hay figura
sin fondo, que son dos aspectos
complementarios en el objeto que muestra a sus alumnos. La pregunta es muy
clara: “¿qué ven?” Es una pregunta que nos puede ser de mucha utilidad para
muchas cosas de nuestra vida, pero especialmente para la acción más importante
y gozosa de la vida: contemplar.
Cuando
miramos cualquier figura, siempre estamos viendo su fondo. En el cuento, para
que la mancha sea lo que es, es necesario que esté sobre un folio, que es
blanco. De esta manera, se brinda el máximo de oposición de valores, siendo la
tinta negra y el papel blanco. El fondo es importante, porque puede resaltar la
figura o diluirla. Si se colocase la misma mancha en un fondo azul oscuro,
sería apenas perceptible y su presencia perdería fuerza.
La
lección del maestro es esencial para saber ver el arte. La figura, sea un
dibujo o una forma cualquiera, estará determinada por aquello sobre lo que está
puesta. Puede ser una pared, una columna, una tela pintada, una madera, una
piedra, una chapa metálica, y muchísimos otros soportes. Cada uno de estos fondos
le dará a la forma un cierto sentido, de acuerdo al color, la textura, las
líneas y los detalles que tenga.
El alma y la realidad
Galliano
Mazzon
(italiano,
1896-1978)
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En la
realidad, al contemplar cualquier objeto, su fondo influye sobre nuestra mirada.
No es lo mismo mirar un jarrón, bien acomodado sobre el aparador de una casa,
que ver el mismo objeto apoyado en un basural. La figura y su entorno cambian
de sentido en las dos situaciones. Alcanza con mirar a nuestro alrededor para
descubrir el infinito juego de forma y fondo que compone toda existencia. Luego
podemos aplicarlo a cualquier situación en el universo, desde lo más pequeño
hasta la inmensidad del cosmos.
Consideremos
ahora al ser humano, una figura sumamente compleja. ¿Cuál será el fondo que
mejor resalte su forma? Una mancha, como en el cuento, es una hechura
complicada: no tiene límites definidos, por lo que las manchas tienen una
infinidad de siluetas distintas. En esto se parece al hombre.
En el
relato, esa mancha compleja está en un soporte muy simple, razón por la cual
los alumnos no se fijan demasiado. El papel es blanco, el máximo contraste con
la mancha. Siguiendo la analogía, para que se resalte la figura del hombre hace
falta algo bien simple que contraste con tanta complejidad. El fondo que
resalta plenamente la figura del ser humano es el Misterio.
Ante situaciones
incomprensibles es común decir: “lo que pasa es que el hombre es un misterio”.
Tan complejo y valioso es cada individuo que no cabe otro fondo más que el
resume todo lo que no sabemos y que nunca descubriremos totalmente. Como les
pasa a los alumnos en el cuento, no lo tenemos en cuenta porque es simple y
obvio. Ante cada situación de vida recordemos que estamos nosotros, con
nuestras complejidades, y nuestro fondo permanente: el Misterio.
La idea de
movimiento flotante
Johannes
Molzahn
(alemán,
1892-1965)
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