domingo, 22 de marzo de 2020

EL MOSQUITO Y EL BÚFALO


 
Cinco bueyes (fragmento)
Han Huang
(chino,723-787)


En los arrozales de Annam, un mosquito que estaba en el cuerno de un búfalo se imaginó que era muy pesado. Tomó aire y le gritó al búfalo lo más fuerte que pudo:

-¿Acaso peso demasiado? Si te peso, dímelo e iré a posarme a otro sitio.

El búfalo oyó la voz, dejó de pastar, miró a derecha e izquierda y preguntó con sorpresa:

-¿Quién me habla?

-Soy yo.

-¿Quién es yo?

-Yo. Un mosquito.

-¿Y dónde estás?

-Estoy en tu cuerno izquierdo.

-Has hecho bien en decírmelo –dijo el búfalo-. Sin tu ayuda nunca habría sabido que tenía un imbécil en mi cuerno izquierdo.


Relatividad del entendimiento
Insectos
Jan van Kessel
(flamenco, 1626-1679)

La etimología de la palabra imbécil nos brinda dos acepciones útiles para entender la sentencia del búfalo. Originalmente significa sin bastón. Aplicado a una persona de edad avanzada, el estar sin bastón significa debilidad, fragilidad e inestabilidad. Pero en la antigüedad el bastón simboliza también la autoridad reconocida a alguien por su experiencia y conocimiento. Un caso se da cuando el bastón o báculo es el cetro, símbolo de los reyes. El mosquito, entonces, es acusado de debilidad y también de ser falto de experiencia y de conocimientos.

¿Qué experiencia puede tener un mosquito? El período de gestación es de diez días. Luego los machos suelen vivir como máximo un mes, distinto de las hembras que en períodos de hibernación pueden vivir hasta seis meses. En cuanto a los búfalos suelen vivir entre 18 y 20 años. Si se mantienen en cautiverio pueden superar los 30 años de existencia. Aquí ya tenemos una inmensa diferencia en la posibilidad de la experiencia. Lo mismo podemos considerar en cuanto a la diferencia en el tamaño y en el peso, lo cual pone más en evidencia lo extravagante de la postura del mosquito.

El insecto ha perdido también la noción simbólica de su existencia y de la del búfalo. El mosquito es símbolo de la agresividad. Busca obstinadamente violar la vida íntima de su víctima y alimentarse con su sangre. Aplicado a algunos mitos griegos, representa a monstruos del inconsciente o a la esfinge, devoradora de hombres, que en aquellos tiempos representaba al mosquito de la malaria.
 
Edipo y la esfinge
Figura en un cáliz ático
(Grecia, 480 a.C.)
Con respecto al bovino, en Oriente nos encontramos con un personaje salvífico, destructor de la ignorancia y la muerte, que aparece con cabeza de búfalo. En la región donde está situado el cuento, en Vietnam, es el animal sacrificial por excelencia. Su sacrificio ritual lo convierte en el enviado, el intercesor de la comunidad ante los espíritus superiores.

Con estos detalles nos damos cuenta de la imbecilidad del mosquito. Podemos aprovechar el parecido para acercarnos a otras situaciones y evitar de esta manera nuevos desatinos. El insecto se parece a aquellos seres humanos que creen que su presencia es relevante ante realidades que los desbordan. ¿Qué es una persona humana en relación al planeta en el cual vivimos? ¿Quién es el hombre que puede afirmar algo sobre la infinitud de Dios, sin caer en un absurdo? ¿De qué manera se puede negar la existencia de Dios, o afirmarla, con seriedad y equilibrio?  

El cuento muestra, en el fondo, el valor relativo que tienen pensar y hablar. Por un lado es maravilloso expresar ideas, dialogar con otros, transmitir experiencias y conocimientos. Por otro lado, podemos llegar a expresar verdaderos despropósitos, y ser llevados por la razón a situaciones absurdas como la que se describe en el relato.


(Sin título)
Bui Xuan Phái
(vietnamita, 1920-1988)