Montaña y aguas Wang Ximen (chino, c.1096-c.1119) |
Cuando
Huangdi peregrinaba por el lago rojo, subió al monte Kunlun. Ahí perdió su
perla mágica. Envió al conocimiento para que la buscara, pero no la encontró.
Después envió a la mirada penetrante, pero también fracasó. Luego envío al
pensamiento y tampoco dio con ella. Por fin envió al olvido de sí mismo y éste
sí la encontró. Huangdi dijo: “Es muy extraño que el olvido de mí mismo hubiera
sido el más preciso”.
Heroico de China
Nikolái Roerich
(ruso, 1874-1947)
El
cuento presentado tiene más de 2600 años. Su protagonista es el mítico Emperador
Amarillo, Huangdi, una de las figuras más importantes de la mitología china.
Según la tradición, reinó desde el 2698 al 2598 antes de Cristo. Es considerado como uno de los iniciadores de
la civilización china. Entre otros logros, al Emperador Amarillo se le atribuye
la invención de los principios de la medicina tradicional china. Según otra
leyenda su mujer enseñó a los chinos cómo tejer la seda de los gusanos.
La
pérdida de la perla se produce en la montaña sagrada Kunlun. En realidad este
nombre corresponde a una verdadera cordillera en China occidental, una de las
cadenas montañosas más largas del mundo. La montaña Sagrada era la residencia
terrenal de la deidad suprema y morada de otros dioses. En uno de sus centros
se encontraba el maravilloso Palacio de Jade. La montaña era el paraíso de
deidades e inmortales, donde el sol y la luna se escondían alternativamente,
así como el lugar donde se albergaban numerosos objetos maravillosos y los
frutos que le otorgaban la inmortalidad a los que los comieran.
El mar tiene sus perlas
William Margetson
(inglés,1861-1940)
Ante
la majestuosidad del monte sagrado sorprende la pequeñez del objeto perdido por
el emperador: una perla mágica. Esta joya está relacionada con la luna y sus
poderes en lo humano. El símbolo de mayor femineidad entre los materiales
preciosos es la perla, considerada resultado de la penetración de un rayo de
sol en el mejillón. Esto está en estrecha relación con la condición esencial de
la Virgen y la Madre Cósmica que concibe por obra de la Luz divina. Así la
perla es vista también como producto y emblema de la unión del agua y el fuego,
un verdadero milagro.
La
formación biológica de la perla es ocasionada por la entrada de una partícula
extraña en el interior de la ostra. Hay humildad en la ostra al acoger esa partícula
extraña, y también en la partícula que crece pacientemente sin obstaculizar la
vida de quién la ha recibido. En el interior sólo circulará agua que, si
llevamos el símbolo de la perla a nuestro corazón, nos indica que para hacer
crecer la divinidad recibida sólo se le permitirá la entrada a la buena fe.
En
nuestros días muchos chinos creen plenamente en lo que hemos descrito muy
brevemente, y sería una falta de respeto pedirles que nos den certeza racional
de estas historias. La fe no es hablar ni explicar, sino hacer, para plasmar en
la vida cotidiana el sentido invisible de lo trascendente, de lo que está bien.
El
Emperador Amarillo nos enseña a tener siempre a mano todo aquello que nos puede
ser útil para recuperar o adquirir los tesoros de la vida: el conocimiento, la
mirada penetrante, el pensamiento y el olvido de sí mismo. Para su sorpresa, es
el olvido de sí mismo el que conquista la más difícil empresa, que es encontrar
un objeto tan pequeño como la perla, como nuestro corazón, en la inmensidad de
la cordillera de la vida.
21-08-1995 Zao Wou-Ki (chino, 1920-2013) |