Subiendo, cayendo, volando Sophie Taeuber-Arp (suiza,1889-1943) |
Angustiado,
el discípulo acudió a su instructor espiritual y le preguntó:
-¿Cómo
puedo liberarme, maestro?
El
instructor contestó:
-Amigo
mío, ¿y quién te ata?
Camino
de felicidad
Ascendiendo
Alfred Julio Jensen
(guatemalteco, 1903-1981)
Si
se necesita libertad es importante saber quién nos ata, y el modo en que lo
hace. Tradicionalmente se piensa al ser humano bajo tres aspectos. No son
partes pues cada hombre es una unidad, sino tres puntos de vista que nos
permiten comprender lo que somos, y así poder llevar adelante nuestra vida. En
realidad cada ser humano es inabarcable, pero estos tres aspectos: cuerpo,
mente y espíritu, nos ayudan a percibir la inmensidad que nos habita.
Sentimos
el cuerpo especialmente en dos instancias, cuando estamos cansados y cuando
estamos enfermos. El cansancio viene después de hacer cosas, de producir
acciones, de modificar el entorno. Puede ser del trabajo, cocinar, limpiar, y
aún de realizar obras de arte. Sentimos que somos un cuerpo y que el cansancio
afecta a todo nuestro ser. De forma similar sentimos cuando estamos enfermos
porque la alteración de la temperatura, del funcionamiento de los órganos, y
otros síntomas es como sí invadieran todo lo que somos. El cansancio y la
enfermedad no son las únicas manifestaciones del cuerpo, pero sí muy significativas.
Movimiento de un cuerpo humano
Umberto Boccioni
(italiano, 1882-1916)
Es
fácil percibir la mente. Un ejemplo contundente es ver televisión. El cuerpo
está en reposo, con pocos órganos muy activos. Pero hay muchas acciones de
pensamiento, de emociones, de imaginación y de otros ámbitos que conforman lo
que llamamos la mente. Este aspecto es muy fácil también de influir y de
engañar. Volviendo al ejemplo de la televisión hay situaciones que nos causan
emociones fuertes aunque sabemos que son ficciones filmadas, como cuando vemos
películas de terror y sabemos que los actores están maquillados.
Todos
los seres humanos soñamos, organizamos y vivimos buscando realizar nuestro
destino, que recibe el nombre general de felicidad. Sabemos que estamos en
camino a la plenitud, cuyo anticipo se percibe en la verdad, la paz y la
alegría. Este es el mundo del espíritu, al cual percibimos como un regalo y no
tanto como realización personal. Los aspectos espirituales acompañan la vida
del cuerpo y la actividad de la mente.
De
estos tres aspectos del ser humano, apenas bosquejados, la mente es el más
susceptible de ser atado y sometido. Las ligaduras pueden provenir de otras
personas, situaciones que se ven con mucha frecuencia. Las ataduras también la
pueden producir elementos ficticios, puramente mentales. Lo más común es una combinación
de las dos causas. La pregunta final del cuento: ¿quién te ata?, nos dice que identificando el origen de las
ligaduras encontraremos el camino de la libertad, de la felicidad.
El centro Richard Pousette-Dart (norteamericano, 1916-1992) |