domingo, 16 de mayo de 2021

¿Y QUIÉN TE ATA?

 

Subiendo, cayendo, volando
Sophie Taeuber-Arp
(suiza,1889-1943)


Angustiado, el discípulo acudió a su instructor espiritual y le preguntó:

-¿Cómo puedo liberarme, maestro?

El instructor contestó:

-Amigo mío, ¿y quién te ata?

 

Camino de felicidad

 

Ascendiendo
Alfred Julio Jensen
(guatemalteco, 1903-1981)

Si se necesita libertad es importante saber quién nos ata, y el modo en que lo hace. Tradicionalmente se piensa al ser humano bajo tres aspectos. No son partes pues cada hombre es una unidad, sino tres puntos de vista que nos permiten comprender lo que somos, y así poder llevar adelante nuestra vida. En realidad cada ser humano es inabarcable, pero estos tres aspectos: cuerpo, mente y espíritu, nos ayudan a percibir la inmensidad que nos habita.

 

Sentimos el cuerpo especialmente en dos instancias, cuando estamos cansados y cuando estamos enfermos. El cansancio viene después de hacer cosas, de producir acciones, de modificar el entorno. Puede ser del trabajo, cocinar, limpiar, y aún de realizar obras de arte. Sentimos que somos un cuerpo y que el cansancio afecta a todo nuestro ser. De forma similar sentimos cuando estamos enfermos porque la alteración de la temperatura, del funcionamiento de los órganos, y otros síntomas es como sí invadieran todo lo que somos. El cansancio y la enfermedad no son las únicas manifestaciones del cuerpo, pero sí muy significativas.

 

Movimiento de un cuerpo humano
Umberto Boccioni
(italiano, 1882-1916)

Es fácil percibir la mente. Un ejemplo contundente es ver televisión. El cuerpo está en reposo, con pocos órganos muy activos. Pero hay muchas acciones de pensamiento, de emociones, de imaginación y de otros ámbitos que conforman lo que llamamos la mente. Este aspecto es muy fácil también de influir y de engañar. Volviendo al ejemplo de la televisión hay situaciones que nos causan emociones fuertes aunque sabemos que son ficciones filmadas, como cuando vemos películas de terror y sabemos que los actores están maquillados.

 

Todos los seres humanos soñamos, organizamos y vivimos buscando realizar nuestro destino, que recibe el nombre general de felicidad. Sabemos que estamos en camino a la plenitud, cuyo anticipo se percibe en la verdad, la paz y la alegría. Este es el mundo del espíritu, al cual percibimos como un regalo y no tanto como realización personal. Los aspectos espirituales acompañan la vida del cuerpo y la actividad de la mente.

 

De estos tres aspectos del ser humano, apenas bosquejados, la mente es el más susceptible de ser atado y sometido. Las ligaduras pueden provenir de otras personas, situaciones que se ven con mucha frecuencia. Las ataduras también la pueden producir elementos ficticios, puramente mentales. Lo más común es una combinación de las dos causas. La pregunta final del cuento: ¿quién te ata?, nos dice que identificando el origen de las ligaduras encontraremos el camino de la libertad, de la felicidad.


El centro
Richard Pousette-Dart
(norteamericano, 1916-1992)