“No puede impedirse el viento. Pero pueden construirse
molinos.” Es un dicho holandés, que nos
ayuda a entender los cuentos. Porque
ellos son como vientos que surgen de cualquier lado. Los sentimos, algunas veces hasta los
padecemos, pero podemos sacarle provecho, construyendo molinos.
Los molinos son las distintas interpretaciones que ponemos a
los cuentos.
El cuento nos sitúa en un ambiente, nos muestra aspectos de la realidad. Si sigo la letra del cuento
aprendo sobre cosas, lugares, situaciones.
Puedo pensar que, en un cuento, los personajes y las cosas
están representando algunas características de la realidad. Por ejemplo, un anciano
representa la sabiduría, un ángel representa a las personas protectoras de nuestra
vida. A veces decimos que un pozo
simboliza un estado de angustia, o que un abismo es un grave problema. Podemos pensar muchas representaciones del
mismo personaje.
En las tradiciones, se narran los cuentos para enseñar cómo
actuar en las distintas circunstancias.
De esta manera se inculcan valores éticos en los oyentes. Y del mismo
modo se plantean advertencias, para evitar que hagamos cosas inconvenientes.
Los cuentos también nos llevan de la mano para conocer
nuestra interioridad, guiándonos hacia nuestro enriquecimiento y plenitud
espiritual. Lo que pasa en el cuento
simboliza lo que sucede en nuestra alma, el centro de nuestra vida.
Los sentidos y las interpretaciones son valiosos en la
medida que me sirvan para la vida presente. No dejemos de lado ninguno.
El cuento es vida, emoción, sueño, oportunidad, libertad,
memoria. Con estas claves, leamos los
siguientes relatos.
Símbolo del gremio de los sastres. |
Los dos sastres (cuento anónimo europeo)
Dos sastres trabajaban el uno frente al otro desde hacía
muchos años. Cortaban y cosían incansablemente, hablando de vez en cuando de
distintas cosas.
Uno le dijo al otro:
-¿Irás de vacaciones este año?
-No - ya fui.
Regresaron a su silencio. Más tarde, el sastre que había
preguntado, sabiendo que su amigo no había ido, ya que no recordaba ninguna
ausencia le preguntó:
-¿Y adónde fuiste?
-A la India.
-¿A la India?
-Sí. Fui a cazar el tigre de Bengala.
-¿Fuiste a cazar el tigre de Bengala? ¿Tú?
Los dos hombres habían dejado de trabajar y se miraban. El
segundo sastre, que parecía muy tranquilo, retomó la palabra para contar lo
siguiente:
El sastre, 1575. Giovanni Battista Moroni (Italia, 1520-1578) |
-Partí al alba sobre un magnífico elefante que un gran
príncipe me había prestado. Armado con cuatro fusiles de culatas de plata y
acompañado por una escolta de ojeadores, me aventuré en una montaña solitaria.
De repente un tigre enorme se levantó rugiendo frente a mi montura, el tigre
más grande que nunca se había visto en aquella región de Bengala. Mi elefante,
asustado, se tiró para atrás, me caí en unos matorrales espinosos, los porteadores
huyeron, entonces yo saqué un fusil y gatillé, pero no salió ninguna bala, lo
mismo con el segundo fusil, el tercero y el cuarto. No pude disparar. El tigre
se me echó encima y me devoró.
-¿Te devoró? -preguntó el primer sastre, que había estado
escuchando estupefacto.
-Me devoró... por completo, hasta el último pedazo de carne.
-Pero si estás vivo, aquí junto a mí.
Entonces el segundo sastre retomó el hilo y la aguja y
mirando a su amigo le dijo:
-¿A esto le llamas vida?
El tiempo y las bananas
Un hombre decidió pasar algunas semanas en un monasterio de
Nepal. Cierta tarde entró en uno de los numerosos templos de la región y
encontró a un monje sentado en el altar, sonriendo. Le preguntó por qué
sonreía.
- "Porque entiendo el significado de las bananas",
fue su respuesta.
Dicho esto, abrió la bolsa que llevaba, extrayendo de ella
una banana podrida.
- "Esta es la vida que pasó y no fue aprovechada en el
momento adecuado; ahora es demasiado tarde."
Seguidamente, sacó de la bolsa una banana aún verde, la
mostró y volvió a guardarla.
- "Esta es la vida que aún no sucedió, es necesario
esperar el momento adecuado."
Finalmente tomó una banana madura, la peló y la compartió
con él.
"Esta es la vida en el momento presente. Aliméntate con
ella y vívela sin miedos y sin culpas."
Naturaleza muerta,1916 Emilio Pettoruti (argentino,1892 -1971) |