domingo, 18 de junio de 2017

BELLEZA DE LA NATURALEZA



Paisaje Ondulado
Vladimir Vašíček
(checo, 1919-2003)


Un sacerdote estaba a cargo del jardín dentro de un famoso templo zen. Se le había dado el trabajo porque amaba las flores, arbustos, y árboles. Junto al templo había otro templo más pequeño donde vivía un viejo maestro.

Un día, cuando el sacerdote esperaba a unos invitados importantes, tuvo especial cuidado en atender el jardín. Sacó las malezas, recortó los arbustos, rastrilló el musgo, y pasó un largo tiempo juntando meticulosamente y acomodando con cuidado todas las hojas secas. Mientras trabajaba, el viejo maestro lo miraba con interés desde el otro lado del muro que separaba los templos.

Cuando terminó, el sacerdote se alejó para admirar su trabajo.

- "¿No es hermoso?", le dijo al viejo maestro.

- "Sí..." replicó el anciano, "... pero le falta algo. Ayúdame a pasar sobre este muro y lo arreglaré por ti".

Luego de dudarlo, el sacerdote levantó al viejo y lo ayudó a bajar. Lentamente, el maestro caminó hacia el árbol cerca del centro del jardín, lo tomó por el tronco, y lo sacudió. Las hojas llovieron sobre todo el jardín.

- "Ahí está... ahora puedes llevarme de vuelta".


Perfección, armonía y claridad

         La palabra belleza fue tomada, en latín, de un término que significa bien pequeño. No se sabe si se refiere al volumen del bien o a su sutileza, porque la belleza es un complejo conjunto de experiencias de percepción que proporcionan placer y significado íntimo o social.
Cosmos
Kazimir Malevich
(ruso, 1879-1935)

         La complejidad de la belleza se manifiesta en los distintos aspectos que confluyen en su experiencia. Se inicia en los sentidos de la vista y el oído, por eso se la encuentra en obras humanas como son, por ejemplo, la pintura, la escultura, la escritura o en la música.  El ser humano es capaz de combinar estas manifestaciones sensibles en infinidad de formas, en pequeños tamaños hasta en inmensas construcciones. Pero nada puede igualar a la naturaleza en la manifestación de belleza. Tanto el microcosmos como el macrocosmos han llenado a la humanidad con torrentes de placer, brindando simultáneamente significado a toda vida sin excepción, la individual y la comunitaria.

         La belleza comienza en los sentidos, para convertirse en una experiencia de la mente, en la interpretación que hace cada persona que se abre a la percepción, decodificando los datos sensoriales y buscando las referencias íntimas y las exteriores. Por esta razón la belleza depende tanto del conocimiento como también del estado anímico, sin dejar de lado la identificación y el contexto. La identificación son todas aquellas cosas y personas que representan lo que soy, como cuando decimos cuál es nuestro color favorito o qué mascota nos gustaría tener. El contexto también es decisivo, por ejemplo, para ver las estrellas: no es lo mismo estar en una ciudad que estar en medio de campo.
 
Sin título
Mark Tobey
(estadounidense, 1890-1976)
         El monje del cuento, que estaba preparando todo para recibir visitas, tiene un concepto de hermosura cercano al de orden. Corta el pasto, arregla el jardín, junta las hojas sueltas y otras acciones que responden a una estructura determinada que el monje considera que debe ser el orden. Nada se escapa a su mirada y a su hacer, hay organización jerárquica que es mostrar lo más importante y quitar lo superfluo, y hay finalidad, que es reproducir lo que él considera armónico para sus visitantes.

         El otro monje, el anciano que mira la escena sobre el muro, le agrega el concepto de perfección al de belleza que tenía su vecino. Sacude el árbol, deja que caigan las hojas, y acerca todo el conjunto a la belleza de la naturaleza. La perfección significa madurez, es saber mirar el universo y descubrir que la hermosura está en todo lo que es tal como es. El viejo monje es un verdadero artista.


         A veces percibimos en nuestra vida la falta de paz, equivalente a la inseguridad en la convivencia humana. Quizás una respuesta a estas incertidumbres esté en la belleza, la que a manos llenas nos da el arte en todas sus formas, como en la hermosura del cosmos que nos rodea y nos habita. 


El pájaro de la felicidad
Alla Horska
(ucraniana, 1929-1970)