domingo, 27 de mayo de 2018

LA VIDA EN OTRA PARTE


 
Flor de Vida (Flor llama)
Frida Kahlo
(mexicana, 1907-1954)
Un astrofísico fue llevado ante la presencia de un papúa y, gracias a un intérprete, se pusieron a charlar. El papúa se mostró muy interesado por las investigaciones del científico y le preguntó sobre qué problema estaba trabajando en aquel momento.

- Nuestro gran sueño –le dijo el astrofísico- es encontrar vida en el planeta Marte.

-¿Por qué? –preguntó el papúa-. ¿Es que tu vida es un fracaso?


No está terminada

Hombre tribal
 de Nueva Guinea

(Colección Man as art)
Fotografía de Malcolm Kirk


         Se llama papúa al habitante de un estado independiente de Oceanía, Papúa Nueva Guinea. Es uno de los países con mayor diversidad cultural del mundo y en donde se han contabilizado hasta 848 idiomas distintos, de los cuales siguen hablándose 836. Los habitantes son 7 millones, pero solamente el 18% vive en núcleos urbanos, la mayoría es población rural. La diversidad de idiomas supone diversidad de miradas sobre el universo, y de allí podemos considerar que no hay un solo significado para la vida. ¿De qué vida habla el papúa?

         El astrofísico también habla de vida en su propio idioma, razón por la cual se menciona al intérprete. Si recorremos las distintas culturas de la humanidad, probablemente encontremos diversos sentidos sobre la misma palabra.

         Al día de hoy no hay una definición de vida en la que estemos de acuerdo.  Se dice que es una característica que distingue a los seres animados de los inanimados. De un lado estarían los humanos, animales, plantas, insectos, bacterias y diferentes formas orgánicas. A la vez se diría que las rocas, los metales, los gases o el plástico no poseen vida propia, y por lo tanto se los llama inanimados. Pero últimamente esto también está en duda a partir de algunos planteos interesantes de las ciencias, como por ejemplo los que provienen de misma astrofísica o de la física cuántica.

         Siguiendo la pregunta del papúa nos podemos centrar en la vida humana. Aun así parece que la definición de la vida nos llevaría a un interminable debate. Muchos dirán que la vida es sufrimiento y desgracia, y mostraran gente que ha tenido la desgracia de nacer en sitios maltratados por la enfermedad, la guerra o el hambre, o que han tenido muy mala suerte en sus ambientes de relaciones.
Vida extraña
Remedios Varo
(española, 1908-1963)

         Otros dicen que la vida es una prueba a la que nos somete Dios, con el fin de que con esfuerzo ganemos el derecho a vivir en el paraíso rodeados de felicidades. De esta manera lograrían superar la sensación de sufrimiento que los agobia, aunque no necesariamente dejen de pensar que la vida no vale mucho.

         A veces la ciencia nos presenta una visión de la vida más efímera, volátil, caótica y muy pragmática. En esta línea muchos creen que la vida es una constante selección natural, donde permanecen los más fuertes o los que se han sabido adaptar a las condiciones cambiantes del planeta.

         Después de una larga recorrida es imposible encontrar un único sentido. Quizás lo mejor resulte pensar que la vida no tiene un sentido unívoco y universal, sino que cada uno le da significado a ella. Por lo tanto el sentido sería el que cada uno le atribuya.

         Antes que considerar la existencia como un viaje o una peregrinación, es mejor usar la metáfora del baile o de un juego. La existencia no tiene una justificación exterior. No tiene destino, no le espera un lugar para culminar su recorrido y así obtener su significado una vez que se ha llegado. La música es tal mientras se está tocando, como bailar tiene su sentido mientras se baila, no después. De esta manera, estar vivo es el significado de la vida.

         La pregunta del papúa insinúa que la vida es una aventura imposible de conocer de antemano. Que no busquemos seguridad afuera o en el futuro. Tenemos que tocar a nuestra propia puerta, a nuestro propio hogar; a ese rincón cordial donde siempre acudíamos cuando nos sentíamos incomprendidos, humillados o enfermos. Es ahí donde están nuestras propias respuestas, nuestra propia luz.

Vida
Auguste Herbin
(francés, 1882-1960)