Arquero Samurai Mizuno Toshikata (japonés, 1866-1908) |
Después
de ganar varios concursos de arquería, el joven y jactancioso campeón retó a un
maestro Zen que era reconocido por su destreza como arquero. El joven demostró
una notable técnica cuando dio en el centro de la diana en el primer intento, y
luego partió esa flecha con el segundo tiro...
-
"Ahí está", le dijo al viejo, "¡a ver si puedes igualar
eso!".
Inmutable,
el maestro no desenfundó su arco, pero invitó al joven arquero a que lo
siguiera hacia la montaña. Curioso sobre las intenciones del viejo, el campeón
lo siguió hacia lo alto de la montaña hasta que llegaron a un profundo abismo
atravesado por un frágil y tembloroso tronco. Parado con calma en el medio del
inestable y ciertamente peligroso puente, el viejo eligió como blanco un lejano
árbol, desenfundó su arco, y disparó un tiro limpio y directo.
-
"Ahora es tu turno", dijo mientras se paraba graciosamente en tierra
firme.
Contemplando
con terror el abismo aparentemente sin fondo, el joven no pudo obligarse a
subir al tronco, y menos a hacer el tiro.
-
"Tienes mucha habilidad con el arco", dijo el maestro, "pero
tienes poca habilidad con la mente, que te hace errar el tiro".
Ayuda
para Occidente
El
budismo zen es una forma de vida extraña para mucha gente en occidente. Se conoce
desde hace relativamente poco tiempo en
esta parte del mundo. No sabemos cuáles fueron los caminos. Unos hablan de una
inmigración japonesa a Estados Unidos como factor importante de su presencia.
En el mundo intelectual, una obra esencial fue la de Daisetz Teitaro Suzuki
(japonés 1870-1966), profesor y conferenciante, que influenció sobre
científicos, filósofos y artistas.
Más allá Toko Shinoda (japonesa, n. en 1913) |
El
budismo nace en el seno del hinduísmo, siendo Buda (Siddharta Gautama, ca. 560-
ca. 480 a.C.) el equivalente a un santo reformador. Esto implica que lo que
surge es algo nuevo pero arraigado en lo más profundo de la tradición, tal como
corresponde a una reforma que pretenda ser auténtica. Esta corriente tarda
trece siglos en llegar a China y, desde allí, recién en el siglo XII llega a
Japón, donde se afirma en su seno el zen
(meditación), con su método zazen
(meditación sentada).
El
zen se basa en la búsqueda de la
iluminación a través de técnicas que evitan los esquemas conceptuales.
Originalmente, el budismo confiaba en una progresión de los distintos estados
de meditación como camino a la elevación. Para el zen existe un acceso directo
y espontáneo al estado superior sin la necesidad de experimentar los estados
previos.
Es
imposible transmitir cabalmente la experiencia que tenemos ante un objeto
bello. La misma imposibilidad se siente cuándo se pretende decir algo del
budismo zen. Por eso, al menos citemos algunas frases de esta profunda
tradición.
Si eres incapaz de encontrar la
verdad justo donde estás, ¿dónde esperas encontrarla?
El zen no es una clase de furor, sino
concentración en nuestra rutina diaria.
No hay miedo para aquel cuya mente
no está llena de deseos.
Elige ser derrotado en presencia
del sabio que sobresalir entre necios.
La
buena recepción del budismo zen en el cristianismo se debe a que nos abrió a
una nueva comprensión de la vida mística y de sus representantes. Por ejemplo,
esta tradición nos ayudó a rescatar las enseñanzas de Meister Eckhart (alemán,
1260-1328), y a apreciar algunas sublimes enseñanzas de personas que fueron
faros de espiritualidad. A continuación, algunos escasos ejemplos.
El viento sopla donde quiere, y
oyes su voz, pero no sabes de donde viene ni a donde va.
(Evangelio según San Juan 3, 5-8)
El mundo es un espejo de Belleza
infinita, pero nadie lo ve. Es un templo
de majestad, pero nadie lo mira. Es una
región de Luz y Paz, si los hombres no lo inquietaran. Es, el paraíso de Dios.
Thomas
Traherne (inglés, 1627-1647)
Mi alma ha sido arrebatada, y
usualmente mi cabeza también, sin que yo sea capaz de impedirlo.
Santa Teresa de Ávila (española, 1515-1582)
Al que no sabe nada, Ello se revela
claramente.
Meister Eckhart (alemán, 1260-1328)
Los aspectos de las cosas que son
más importantes para nosotros están ocultos debido a su simplicidad y
familiaridad.
Ludwig Wittgenstein (austríaco, 1889-1951)
Luna y viento Gao Xingjian (chino, n. en 1940) |