Máscaras Heinrich Hoerle (alemán, 1895-1936) |
Un
día, mientras paseaba por los jardines de su palacio se le acercó uno de los
sirvientes y le preguntó :
-
"Disculpad majestad, ¿cuál es el secreto de vuestra gran sabiduría?"
-
"Muy sencillo", respondió el monarca. "Tengo dos orejas y una
boca, así que escucho dos veces y hablo sólo una"
Rey
y dios del Olimpo
Momo Jacob Jordaens (flamenco, 1593-1678) |
Actualmente
el Carnaval está vinculado a una fiesta cristiana, la Pascua de Resurrección, que
se determina de acuerdo a la posición del sol y de la luna. La preparación para
la Pascua abarca 40 días, y comienza con el Miércoles de Ceniza. Este periodo
es conocido como la Cuaresma, tiempo de penitencias, entre las cuales se cuenta
la abstinencia de carne. La palabra Carnaval indica que las fiestas
correspondientes están libres de las austeridades de la carne que incumben a la
cuaresma, y por eso se celebran el lunes y el martes anteriores al miércoles de
ceniza, como la última oportunidad de placer y desenfreno antes de la
obligatoriedad cuaresmal.
En
algunos lugares del mundo el rey Momo es un personaje mítico que preside las
fiestas del carnaval. Se lo presenta como una persona alegre y burlona, muy
elegante, alta y gorda. Se le suele entregar las llaves de la ciudad. A veces
lo encarnan actores especialmente disfrazados y otras se lo presenta como un
muñeco de papel maché, que se quema al final de la fiesta.
¿De
dónde viene el rey Momo? En su origen era un dios del Olimpo, hijo de Nix, la Noche.
Era uno de los varios dioses secundarios imprescindibles para el adecuado
funcionamiento del universo. Personificaba el sarcasmo, las bromas irónicas y
la sátira. Le daba protección a los escritores y poetas. Llevaba una máscara
que levantaba lo suficiente para revelar ligeramente su cara y portaba un cetro
que se remataba con el símbolo de la locura. Por sus críticas a las obras de
algunos dioses principales fue expulsado del Olimpo.
Las
bromas de Momo eran hirientes, pero nunca incoherentes. Se burló de Poseidón,
quién había hecho un toro pero le había puesto mal los cuernos. En otra
ocasión, el dios Hefesto había fabricado un hombre y Momo le criticó que no le
hubiera puesto una ventana pequeña para ver el corazón de ese hombre en sus
intenciones y decisiones. Finalmente se mofó de Atenea por haber fabricado una
casa muy pesada que impedía que su dueño se pudiera trasladar fácilmente si
encontraba vecinos molestos.
En
el cuento, el rey Momo, que tiene atributos divinos escondidos, nos induce a
mirar con atención el sentido de tener una boca y dos orejas. Por la boca pasan
tres funciones fundamentales para la vida humana: la alimentación, la palabra y
el soplo. En cuanto a las orejas son un tradicional símbolo de sabiduría. Tanto
en oriente como en occidente, grandes sabios como muchos santos, poseen orejas
inmensas que le permiten escuchar las enseñanzas divinas al igual que las voces
del universo.
La
presencia de este personaje en los carnavales nos indica el sentido profundo de
las celebraciones humanas. En el caso del Carnaval, que parece ser una fiesta
de desenfreno e indisciplina, enseña una sabiduría práctica, concreta, muy
importante para andar con serenidad por los caminos de la vida. Las comparsas
con sus cantos son el eco de lecciones de verdadera humanidad sobre temas que a
todos nos importan, hablando del amor,
la comunidad, la justicia y el ciclo de la vida.
el combate entre Don Carnal y Doña Cuaresma Pieter Brueghel el Viejo (flamenco, 1525-1569) |