domingo, 19 de julio de 2020

EL MILAGRO

 

Epicuro
Raffaello Sanzio
(italiano,1483-1520)

Dicen que un hombre convirtió, en el espacio de dos años, un territorio pedregoso en un jardín lleno de flores que se hizo famoso en la comarca.

 

Un día, un santo pasó por el jardín y, para que el jardinero no olvidara quién era el Creador Supremo de su obra, le dijo:

 

- "Jardinero, este jardín tan hermoso es una verdadera bendición que Dios te ha dado."

 

El jardinero comprendió el mensaje y le respondió:

 

- "Tienes razón, si no fuese por el sol y por la lluvia, por la tierra, por el milagro de las semillas y por las estaciones del año, no tendría ningún jardín... pero...¡deberías haber visto cómo estaba este lugar hace dos años cuando Dios lo tenía sólo, para sí mismo!"

 

 

Participación amorosa

 

Creación de la Vegetación
Vincent de Beauvais
(francés, 1190-1267)

Jardín es el ámbito en que la naturaleza aparece sometida, ordenada, seleccionada, cercada. Todos estos aspectos son acciones del hombre en la naturaleza. La palabra jardín no procede del latín sino que llega al castellano en el siglo XV, copiada del francés. Pero la raíz es muy antigua y es la misma que se manifiesta en todas las lenguas cuando hablan de este espacio. Nos encontramos ante un término que atraviesa las distintas culturas con un mismo sonido originario.

 

El jardinero está vinculado a casi todas las expresiones culturales: la arquitectura, la pintura, la escultura, la ingeniería, el avance tecnológico, las ciencias naturales y sociales, las fiestas y el arte efímero, el teatro, el esoterismo, las costumbres arraigadas en distintas clases sociales y otras más. Por esto el estudio de los jardines y el conocimiento de sus significados simbólicos nos permiten tener una mirada profunda de la cultura y la sociedad de una época. Hay cuestiones antropológicas y sociológicas, como también rasgos característicos, de un período y una región determinada que se manifiestan en la realización de estos espacios.

 

Entre el jardín y la filosofía ha existido un vínculo constante. Es un espacio en el que se producen encuentros entre intelectuales y filósofos desde la antigüedad hasta la edad moderna, convirtiendo el jardín no sólo en un espacio de diversión sensorial sino también de conocimiento y sabiduría. Como ejemplo recordamos el huerto, en las afueras de la ciudad de Atenas,  donde Epicuro (341 a.C.- 270 a.C.), filósofo griego, funda su escuela que llevará el nombre de Jardín.

 

El jardín extraño
Józef Mehoffer
(polaco, 1869-1946)

En estos espacios hay muchos elementos simbólicos: el laberinto, las fuentes, la gruta, o la concepción del jardín como una isla. En sí mismo es un símbolo muy evocativo. De la riqueza simbólica del jardín se destaca el paraíso. Cultivado por Dios, allí son colocados Adán y Eva, siendo también el lugar adonde queremos ir luego de la vida efímera. En el jardín celestial está la vida plena, la felicidad interminable y la convivencia amorosa con Dios, con los hombres y con todo el universo.

 

Desde nuestra esperanza del paraíso podemos sacar un consejo para el santo del cuento y para el jardinero. El mejor jardín, aquel que simboliza la Realidad, es el que concretan en conjunto Dios, el hombre y el cosmos. Ninguno prevalece sobre el otro sino que, en una armoniosa danza, se constituyen en la fuente de la actual existencia y en el corazón del Paraíso al cual estamos yendo.


Jardín en el lago
    August Macke
     (alemán, 1887-1914)