domingo, 15 de diciembre de 2019

EL IDIOTA


 
El idiota
Chaim Soutine
(ruso,1893-1943)

Diariamente, ellos llamaban al "tonto del pueblo" al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas:

- Una grande de 400 reales y... otra pequeña, de 2.000 reales.

Él siempre escogía la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos. Cierto día, alguien que observaba al grupo le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda más grande valía menos.

- "Lo sé", respondió, "no soy tan bobo. La grande vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el juego se acaba y no voy a ganar más dinero."


El hombre en lo público
 
El tonto del pueblo
Carlos Sáenz de Tejada
(español, 1897-1958)
En las colecciones de espiritualidad cristiana aparece un pequeño conjunto de obras firmadas con el seudónimo El Idiota. En este grupo están por ejemplo Contemplaciones sobre el Amor Divino y también Oculus Mistico. Varios siglos después se descubrió que quien había plasmado estas obras se llamaba Raymundo Jordano, monje francés de la orden de San Agustín que vivió en la segunda mitad del siglo XIV. El escritor en cuestión empleó su seudónimo para denotar que él era una persona sin importancia, un hombre sencillo. Escribió en latín y no ha sido traducido a ningún idioma hasta el día de hoy.

En nuestro tiempo la palabra idiota es un calificativo que encierra mucho desprecio. Basta con mirar algunos de los numerosos sinónimos que tiene: bobo, tonto, estúpido, imbécil, retrasado, anormal. Los burladores del cuento lo aplican en este sentido.

La palabra idiota proviene de un término griego usado para referirse a aquel que no se ocupaba de los asuntos públicos, si no sólo de sus intereses privados. La raíz idio significa propio y es la misma que está en la palabra idioma o en idiosincrasia. Si un hombre carecía de recursos para dialogar y discutir con libertad sobre política en el sitio público, se dedicaba a sus asuntos propios. El matiz consiste en que lo propio se distinguía de lo común, es decir, de lo comunitario, el bien público, la política, pero no suponía una enfermedad mental ni el servicio a un particular o esclavitud, sino la dedicación a actividades productivas, artesanales y tal vez artísticas. Este hombre se veía así privado de intervenir en la cosa pública, en la política. Algo que posiblemente fuese voluntario, por necesidad económica.
 
Persiguiendo al idiota del pueblo
Nicolai Astrup
(noruego, 1880-1928)
En el cuento, el idiota ha sido llevado a ocuparse del asunto propio y los burladores lo dejan fuera del asunto público, de la comunidad, del bien común. Esto es lo que sucede en las sociedades contemporáneas, que han sido expulsadas de la vida pública, tratadas como bobas, arrojadas a tener que ganar el pan de la sobrevivencia, a costa de pasar por retrasadas.

Es oportuno mencionar el urgente mensaje de Jesús de Nazaret (Evangelio según San Mateo 5,22-24):

"yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, será condenado por el tribunal. Y todo aquel que lo insulta, será castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, será condenado a la Gehena de fuego. Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda."

Es una expresión potente, casi apocalíptica, para conmover el corazón de los discípulos y de los seres humanos en general. El hermano es sagrado, por encima del culto a Dios, una actividad central que se daba en aquellos tiempos.


Tres palabras gentiles de un tonto
Paul Klee
(suizo,1879-1940)


domingo, 1 de diciembre de 2019

CARGAR LAS PIEDRAS


 
75-60
Maki Haku
(japonés,1924-2000)

Un Maestro propuso a sus discípulos el siguiente relato:

- "Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra. Igualmente la cargó. Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar. ¿Qué piensan ustedes de ese hombre?"

- "Que es un necio", respondió uno de los discípulos. "¿Para qué cargaba las piedras con que tropezaba?"

Dijo el Maestro:

- "Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que otros les han hecho, los agravios sufridos, y aun la amargura de las propias equivocaciones. Todo eso lo debemos dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor contra los demás o contra nosotros mismos. Si hacemos a un lado esa inútil carga, si no la llevamos con nosotros, nuestro camino será más ligero y nuestro paso más seguro."


La trascendencia
El penitente San Jerónimo en el desierto
Cima de Conegliano
(italiano, 1459-1517)

Coincidimos con los discípulos del Maestro: el hombre que acarrea las piedras es un necio. Y se hace más evidente cuando el maestro relaciona las piedras con las ofensas recibidas y las propias equivocaciones. Para llevar una vida madura es necesario dejar atrás muchas cargas y continuar por el camino con el menor peso posible.

Sin embargo, algo en nosotros nos lleva a compadecernos del que acarrea semejante peso. Si buscamos en el origen de la palabra necio, nos vamos a encontrar que significa ignorante, y comparte la raíz con palabras importantes como ciencia, científico, omnisciente, consciente. El hombre con sus piedras es la negación de todo esto.

En muchas culturas, incluso la occidental en la que estamos sumergidos, se suele plantear una vía negativa para el conocimiento de la realidad completa. Se observa que nuestra razón es muy limitada cuando se trata de aspectos inmensos de esa realidad. Cuando llegamos a esos bordes presentimos que hay un abismo que no podemos explicar y apenas podemos balbucear algunas preguntas: cuál es el origen de la vida, cuál es el límite del universo, cuál es el centro de mi ser. En estas y en otras muchas preguntas presentimos que están escondidas situaciones personales, como por ejemplo, por qué nos cuesta tanto olvidar ofensas y por qué nos es tan difícil superar las propias equivocaciones.
 
Penitentes
Cady Wells
(norteamericano, 1904-1954)
Siglos atrás, Nicolás de Cusa (alemán, 1401-1464) escribió un texto muy reconocido por los expertos cuyo título fue Sobre la docta ignorancia, que influenció en grandes hombres del Renacimiento. Allí va a hablar de la realidad absoluta, la que contiene todas las cosas, aún las opuestas. Como místico, hombre de fe, a esa realidad la llama Dios.

La docta ignorancia consiste en reconocer la imposibilidad de un conocimiento racional de Dios, dado que la inteligencia humana es finita, y que la divinidad por el contrario, es infinita. Hemos de acercarnos a Dios con plena conciencia de nuestra finitud y buscar la verdad con un método no comprensible es decir por encima de lo que es la razón humana. Trascendiendo los límites de la lógica, debemos concebir a Dios más allá de toda oposición, pues él es lo máximo y lo mínimo, porque todo está contenido en él.

Vayamos en rescate de aquel hombre que acarrea las piedras. La fórmula del maestro no lo va a ayudar, no alcanza con decir que tiene que dejar de lado las ofensas y los propios errores. Lo único que nos puede ayudar es comprender, desde nuestra intuición, que estamos sumergidos en la realidad infinita y si en ella nos perdemos, allí nos encontraremos. Solamente en un corazón comprensivo encontraremos el alivio de nuestras cargas, y el sentido de todos los obstáculos.

El hermoso pájaro revelando lo desconocido a una pareja amante
Joan Miró
(español, 1893-1983)


domingo, 17 de noviembre de 2019

VENCER EL MIEDO


Estudio del sol
Rihard Jakopič
(esloveno, 1869-1943)


Un visitante refería la historia de un santo que quería ir a visitar a un amigo suyo que estaba agonizando; pero, como le daba miedo viajar de noche, le dijo al sol:

- "En el nombre de Dios te ordeno que permanezcas en el cielo hasta que llegue yo a la aldea donde mi amigo agoniza". Y el sol se detuvo en el cielo hasta que el santo llegó a dicha aldea.

El Maestro sonrió y dijo:

- "¿No habría sido mejor que el santo hubiera vencido su miedo a viajar de noche?”


No tengan miedo
 
Formas de miedo
Maynard Dixon
(norteamericano, 1875-1946)
El miedo puede hacer mucho daño aunque haya una excusa altruista. El santo manda al sol que se detenga mientras él va en camino a visitar a su amigo agonizante. Si efectivamente el sol detuviese su marcha por unos pocos minutos sería una catástrofe. La maravillosa danza del cosmos quedaría destrozada y nunca más podría generar movimiento. El universo, infinito, inabarcable, quedaría perplejo, sumergido en un perpetuo caos. Es necesario que el santo domine su miedo porque de lo contrario se convierte en agente del mal.

En la cultura griega el miedo es Phobos, hijo de Ares, el dios de la guerra, y de Afrodita, la diosa del amor. De esta sorprendente pareja nace también _Deimos, qué es el terror, con las características de temblor, temor y pánico. Ares generaba las guerras llevando siempre consigo a sus hijos, sembrando miedo y terror entre los contendientes y sus grupos de referencia: tribus, ciudades, culturas. Siendo la madre Afrodita, el miedo se refería a la pérdida.

El dios Marte
Diego Velázquez
(español, 1599-1660)
La civilización contemporánea viene a continuación de un siglo plagado de guerras. En el siglo XX hubo dos guerras mundiales, guerras de emancipación, tal los casos de la India y Sudáfrica, guerras tribales en África, guerras ideológicas en América, siendo éstos algunos ejemplos de una realidad muy violenta. No es de extrañar que la vida contemporánea esté atravesada por tantas formas de miedo y de pánico.

La mitología de Occidente nos da un dato más. Como sabemos, la civilización romana tomó mucho de los griegos. En el caso que estamos viendo, el Dios Ares se convirtió en el Dios Marte y la diosa Afrodita se convirtió en la diosa Venus. Marte y una vestal, llamada Rea Silvia, le dieron al miedo y al terror dos medio hermanos, llamados Rómulo y Remo, los míticos fundadores de Roma. Los dioses influyen en la vida de los hombres o por lo menos iluminan algunos aspectos de la compleja oscuridad de la vida.

En los evangelios el primer mensaje de Jesucristo resucitado es: "no tengan miedo". Esta es la mejor enseñanza para el santo del cuento para que pueda vencer la fobia de andar de noche. El método no es la voluntad de no tener miedo sino de confiar en el propio corazón, dónde habita la Divinidad, el Sol que disipa eternamente la oscuridad.


Miedos
Wojciech Weiss
(polaco, 1875-1950)


domingo, 27 de octubre de 2019

EL ESPEJO DE GOHA

 
Rostro de un actor
Toyohara Kunichika
(japonés, 1835-1900)

Cuando Egipto estaba sometido por el terrible tártaro Tamerlán, que era cojo, tuerto, terriblemente feo y tenía un pie de hierro, hizo convocar a Goha, de quien había oído hablar. Mientras conversaba con él, entró el barbero de Tamerlán, le rapó la cabeza y le entregó un espejo para que se mirase.

Al verse, Tamerlán se echó a llorar. Goha también lloró, gimió y golpeó el suelo con las manos durante dos o tres horas. Tamerlán ya hacía rato que había acabado de llorar. Goha seguía llorando sin parar.

Tamerlán le preguntó:

-Pero ¿qué te ocurre? Yo lloro porque me he mirado en el espejo del desdichado barbero y me he encontrado verdaderamente feo, horrible. Pero ¿y tú? ¿Por qué ese mar de lágrimas?

Y Goha contestó:

-¿Qué tiene de sorprendente? Tú sólo te has mirado un breve instante en el espejo y has llorado durante una hora. Pero yo, que debo mirarte todo el día, ¿cuánto tiempo tendría que llorar?


Para ser mirado
 
Grito profundo
Cristóbal Ortega Maila
(ecuatoriano, n. en 1965)
El personaje Goha apareció por primera vez en un libro árabe del siglo IX, aunque probablemente se adaptó de una tradición oral más antigua. A partir de ahí, Goha se multiplicó rápidamente hasta los confines del mundo mediterráneo. Algunos incluso afirman que Goha inspiró el Don Quijote de Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616). El personaje simboliza siempre el ánimo, la inocencia y la astucia del pueblo, muchas veces su crítica frente al abuso y casi siempre su aguante y la confianza en que algún día imperara la justicia.

Tamerlán fue un conquistador, líder militar y político turco-mongol, el último de los grandes conquistadores nómadas del Asia central. En poco más de dos décadas, este noble musulmán conquistó ocho millones de kilómetros cuadrados de Eurasia. Su fama se extendió por Europa, donde durante siglos fue una figura novelesca y de terror. Jorge Luis Borges (1899-1986) le dedicó un poema que dice en una parte:

Mi reino es de este mundo. Carceleros
y cárceles y espadas ejecutan
la orden que no repito. Mi palabra
más ínfima es de hierro. Hasta el secreto
corazón de las gentes que no oyeron
nunca mi nombre en su confín lejano
es un instrumento dócil a mi arbitrio.
 
Cara desapareciendo
Heinrich Hoerle
(alemán, 1895-1936)
El cuento se concentra en el rostro de Tamerlán. En la cara del hombre se inscriben sus pensamientos y sus sentimientos. El rostro es un develamiento, incompleto y pasajero, de la persona. Es el yo íntimo parcialmente desnudado, muchísimo más revelador que todo el resto del cuerpo. Por eso el cuento, si bien describe los defectos del conquistador en todo su cuerpo luego se concentra solamente en su cara.

Nadie ha visto nunca su propia cara, uno no puede conocerla más que con la ayuda de un espejo y por imagen. El rostro no es pues para uno, es para el otro, es para Dios, es el lenguaje silencioso. Para comprender un semblante se precisa lentitud, paciencia, respeto y amor. Analizar un rostro sin amarlo es envilecerlo, es destruirlo, asesinarlo. El rostro es el símbolo de lo que hay de divino en el hombre.

El rostro de Tamerlán causa el llanto de Goha. Pero esto no es una burla, sino un reconocimiento a la profunda potencia del conquistador. La tragedia sería que el rostro de Tamerlán fuese una máscara, una piedra tallada o una tela pintada. Goha demuestra con su llanto que el guerrero está vivo y refleja aspectos del Dios vivo. No osemos mirar sin temblar un rostro, pues éste está ahí, al igual que el nuestro que no podemos ver, antes que nada para ser mirado por Dios. 


Rostro (Pensamientos)
Alice Bailly
(suiza, 1872-1938)

domingo, 13 de octubre de 2019

EL PESO DE LA PUERTA


 
La puerta abierta
Éduard Vuillard
(francés, 1868-1940)
Un derviche que entraba en un país al que precisamente se llamaba el país de los locos, vio a una mujer que llevaba a la espalda una pesada puerta.

-¿Por qué vas tan cargada?-le preguntó.

-Porque esta mañana, al salir a trabajar, mi marido me ha dicho: “Hay objetos de valor en casa. Que nadie pase por esa puerta”. Y por eso, al salir, me he llevado la puerta conmigo. Para que nadie pueda pasar por ella.

-¿Quieres –le preguntó el derviche- que te diga una cosa para que no tengas que cargar con esa puerta?

-No-contestó ella-. Lo único que podría ayudarme es saber cómo hacer esta puerta menos pesada.

-Eso no puedo decírtelo –contestó el derviche.

Y se separaron.


Puerta del cielo

La mujer agobiada no quiere escuchar al derviche, lo único que desea es que alguien la alivie. Su interlocutor es un ejemplo de vida espiritual, alguien que es capaz de darle la mejor ayuda. Pero ella está sometida, ya no tiene la capacidad de obrar para librarse de semejante yugo.
 
Varón y mujer
Jules Pascin
(búlgaro, 1885-1930)
Quizás todo empezó por amor a su marido. Él la ha puesto en esta situación de tener que custodiar una puerta que no lleva a ningún lado. Los objetos de valor de la casa son nada frente a lo que es el universo, el mundo en el que vivimos y el espacio interior que nos anima. Pero el marido no corresponde al amor de su esposa, por el contrario, la usa como una guardiana de su pequeño egoísmo. La mujer está en una trampa.

Si hubiese escuchado, lo primero que el derviche le habría enseñado es el sentido del símbolo. Por ejemplo, que hay una diferencia entre la puerta y el gozne. El vaivén de la puerta representa al ser humano que va de un mundo a otro, de una exterioridad a una interioridad, algo que produce inconveniente y carga. En la puerta el gozne también representa el ser humano, pero en su condición central, interior, axial. No hay que cargar ninguna puerta, sino descubrir que cada uno simbólicamente es una puerta que se abre y se cierra a la trascendencia. Y para sacarse de forma definitiva la carga hay que prestar atención al eje del propio mundo interior. Nos vamos dando cuenta de lo inhumano del marido de esta mujer.  

La puerta tiene muchas resonancias en las tradiciones. En Oriente la puerta cerrada es un principio pasivo, la tierra. La puerta que se abre es el cielo, un principio activo, la manifestación. La apertura y cierre alternativos de la puerta expresan el ritmo del universo. En este caso, ya no están en juego algunos objetos de valor subjetivos, sino de lo que se habla es de las invalorables fuerzas que rigen al cosmos. Los guardianes de semejantes entradas y salidas son los capaces de iniciar a las personas en grandes misterios.
 
La puerta de adelante
Mary Dawson Elwell
(inglesa, 1874-1952)
En el cristianismo la puerta es Cristo, quien ocupa el lugar central en los tímpanos de las catedrales, tal como Él mismo lo expresa en el Evangelio según San Juan (capítulo 10, versículo 9): "Yo soy la puerta, si alguno entra por mí, estará salvado". A través de Él el creyente puede ingresar al reino de los cielos.

La puerta también habla del fin de los tiempos. Es un lugar de llegada, y atravesándola, se ingresa a una realidad superior. Es una imagen utilizada muchas veces en el cine moderno, con este preciso significado. No se pasa de un ambiente a otro, sino de un mundo a otro, y la clave está en la puerta.

¿Cuál hubiese sido el consejo del derviche? Probablemente, que revise la relación con su esposo, y que vuelvan a poner el eje en el amor, que es el que nos lleva a la trascendencia, a abrir la puerta a nuevos horizontes en  el universo. Solamente el amor puede aliviar el insoportable peso de la puerta a las cosas pequeñas y efímeras.


Retratos abstractos
Ernst Fritsch
(alemán, 1892-1965)


domingo, 29 de septiembre de 2019

EL MONO QUE SALVÓ A UN PEZ

Abstracción: pescando
Alfred Henry Maurer
(norteamericano, 1868-1932)


- "¿Qué demonios estás haciendo?", le pregunté al mono cuando le vi sacar un pez del agua y colocarlo en la rama de un árbol.

- "Estoy salvándole de perecer ahogado", me respondió.


El medio en el que vivimos

El pez encierra muchos significados. Para no perdernos en ellos, contamos con las tradiciones y culturas de la humanidad. Cada una de ellas, con sus particularidades, es un camino que nos introduce a variados sentidos universales, para que podamos sumergirnos en el inabarcable misterio de la vida.
 
Mono
Fikret Mualla
(turco, 1903-1967)
Tomemos como ejemplo la tradición cristiana. En el Antiguo Testamento, uno de sus pilares, el pez no es apto para los sacrificios del templo pero sí es válido como alimento, lo que implica que era considerado un animal puro. La palabra pez en griego, ikhthys, para los cristianos es un ideograma, cuyas cinco letras griegas son las iniciales de otras tantas palabras a saber: Iesous, Khristos, Theou Uios, Soter, que en castellano significan: Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador. De ahí las numerosas representaciones del pez en los monumentos cristianos, que los creyentes de toda condición pueden interpretar.

Llama a la atención que en tiempos del cristianismo primitivo la gente pudiera entender ideogramas, a pesar de la escasa alfabetización en el sentido moderno del término. La formación de aquellas poblaciones era muy importante. Estaba concentrada en aspectos del alma humana, sabiendo que las dimensiones materiales son valiosas en la medida es que estén insertas en una espiritualidad. Los ritos religiosos, las festividades y celebraciones de todo tipo, las reuniones comunitarias, las catequesis y otras formas de iniciación en los misterios, todo brindaba a la gente herramientas para poder ingresar en los misterios.

En el mundo cristiano, como el mismo Cristo había comido pescado y lo había multiplicado junto al pan para alimentar una multitud, el pez se convirtió en un símbolo eucarístico. Otra relación es que el pez vive en el agua y los cristianos son sumergidos en el agua en el bautismo. Este simbolismo lleva a considerar al cristiano como un pececito, a imagen del propio Cristo.
 
Monos y pintura
Gabriel C. Ritter von Max
(checo, 1840-1915)
En las tradiciones el mono presenta aspectos positivos y también negativos. En el cuento se resaltan estos últimos. Es como una conciencia disipada, que va saltando de rama en rama, que no está concentrada, y es capaz de realizar acciones absurdas: sacar al pez del agua para que no se ahogue.

Si consideramos al pez del como símbolo del hombre, nuestra civilización es como el mono que saca al ser humano del medio en el cual puede vivir, es decir, de la espiritualidad, y lo pone en el árbol del miedo y del deseo. Las sociedades de nuestro tiempo están creídas que su única posibilidad de sobrevivencia está en el consumo desaforado y sus poderes mantienen a las poblaciones sometidas mediante el miedo.

Siempre contamos con la espiritualidad, que nunca nos faltará, pues es algo constitutivo de nuestra esencia. No seríamos seres humanos si no tuviésemos interioridad, aunque no le prestemos atención. Como el pez vive en el agua, que es lo que abunda en el mundo, del mismo modo estamos sumergidos en el espíritu, que anima la realidad.


Alegoría de la salvación
Wolf Huber
(austriaco, 1485-1553)


domingo, 15 de septiembre de 2019

LA PELEA DE LOS LOBOS




Los Lobos
Franz Marc
(alemán, 1880-1916)


El jefe de una tribu estaba manteniendo una charla con sus nietos acerca de la vida, cuando les dijo:

- "¡Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí!... ¡es entre dos lobos!”

- "Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, egolatría, competencia y superioridad.”

- "El otro es bondad, alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, dulzura, generosidad, benevolencia, amistad, empatía, verdad, compasión y fe.”

- “Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes y dentro de todos los seres de la tierra.”

Lo pensaron por un minuto, y uno de los niños le preguntó a su abuelo:

- "¿Y cuál de los lobos crees que ganará?"

El anciano jefe respondió, simplemente...

- "El que alimentes."


Luz y oscuridad
Saco Negro, un Jefe
George Catlin
(norteamericano, 1796-1872)

En las mitologías hay seres que se los denomina psicopompos, que significa que conducen las almas hacia las moradas celestiales o a las inferiores. Uno de los principales es el perro doméstico, que en latín se lo llama canis lupus familiaris. Este nombre indica que todo perro doméstico es una subespecie del lobo. El cuento presentado nos sumerge en estas profundidades.

Los lobos están desde hace 800.000 años en el planeta. Habitan en todos los continentes, pero han cambiado de regiones. Aunque en general no se los considera en extinción, sí están en peligro en algunos lados. Se los caza por deporte y también porque es un feroz depredador de los animales que cría el hombre para su propia alimentación.

A nivel popular son conocidos los cuentos de Caperucita Roja y el de Los Tres Cerditos y el lobo feroz. También el lobo representa a la luz, por qué se dice que ve en la noche. Así se lo considera en la civilización griega. En Oriente es el ancestro de Gengis Khan, el guerrero y conquistador mongol que fundó el Imperio más extenso de la historia de la humanidad, por la cual el lobo es un ser benéfico en aquellas latitudes.

Tres mujeres y tres lobos
Eugéne Grasset
(suizo, 1845-1917)
En el cuento se habla de dos lobos, pero al describirlos se los enuncia como si fuese cada uno una manada. Lo común es que los lobos vivan en grupos liderados por una pareja que es la única que se reproduce. Al considerar las enseñanzas del jefe de la tribu Cherokee es necesario tener en cuenta este aspecto del símbolo.

Los lobos son carnívoros, alimentándose de animales grandes o pequeños. Las virtudes y los vicios que ellos representan también se refieren a situaciones concretas, encarnadas. La enseñanza del abuelo implica que la alimentación de cada lobo es un hecho concreto, práctico, situado. Es una meditación que lleva a la acción reiterativa, paciente, para alcanzar la plenitud del vicio o de la virtud.

Otra enseñanza implícita en el relato del anciano es que nada de lo humano más profundo se conquista de golpe. Hay que hacerlo paso a paso alimentando cotidianamente al lobo y a la respectiva manada que pretendemos prevalezca en nuestro corazón.

Lobo guardando la cabeza de San Edmundo
Doris Clare Zinkeisen
(británica, 1898-1991)


domingo, 1 de septiembre de 2019

EL REY MOMO

Máscaras
Heinrich Hoerle
(alemán, 1895-1936)



Un día, mientras paseaba por los jardines de su palacio se le acercó uno de los sirvientes y le preguntó :

- "Disculpad majestad, ¿cuál es el secreto de vuestra gran sabiduría?"

- "Muy sencillo", respondió el monarca. "Tengo dos orejas y una boca, así que escucho dos veces y hablo sólo una"


Rey y dios del Olimpo
Momo
Jacob Jordaens
(flamenco, 1593-1678)

Actualmente el Carnaval está vinculado a una fiesta cristiana, la Pascua de Resurrección, que se determina de acuerdo a la posición del sol y de la luna. La preparación para la Pascua abarca 40 días, y comienza con el Miércoles de Ceniza. Este periodo es conocido como la Cuaresma, tiempo de penitencias, entre las cuales se cuenta la abstinencia de carne. La palabra Carnaval indica que las fiestas correspondientes están libres de las austeridades de la carne que incumben a la cuaresma, y por eso se celebran el lunes y el martes anteriores al miércoles de ceniza, como la última oportunidad de placer y desenfreno antes de la obligatoriedad cuaresmal.

En algunos lugares del mundo el rey Momo es un personaje mítico que preside las fiestas del carnaval. Se lo presenta como una persona alegre y burlona, muy elegante, alta y gorda. Se le suele entregar las llaves de la ciudad. A veces lo encarnan actores especialmente disfrazados y otras se lo presenta como un muñeco de papel maché, que se quema al final de la fiesta.  

¿De dónde viene el rey Momo? En su origen era un dios del Olimpo, hijo de Nix, la Noche. Era uno de los varios dioses secundarios imprescindibles para el adecuado funcionamiento del universo. Personificaba el sarcasmo, las bromas irónicas y la sátira. Le daba protección a los escritores y poetas. Llevaba una máscara que levantaba lo suficiente para revelar ligeramente su cara y portaba un cetro que se remataba con el símbolo de la locura. Por sus críticas a las obras de algunos dioses principales fue expulsado del Olimpo.
 
Alegoría de la audición
Miguel March
(español, 1638-1670)
Las bromas de Momo eran hirientes, pero nunca incoherentes. Se burló de Poseidón, quién había hecho un toro pero le había puesto mal los cuernos. En otra ocasión, el dios Hefesto había fabricado un hombre y Momo le criticó que no le hubiera puesto una ventana pequeña para ver el corazón de ese hombre en sus intenciones y decisiones. Finalmente se mofó de Atenea por haber fabricado una casa muy pesada que impedía que su dueño se pudiera trasladar fácilmente si encontraba vecinos molestos.

En el cuento, el rey Momo, que tiene atributos divinos escondidos, nos induce a mirar con atención el sentido de tener una boca y dos orejas. Por la boca pasan tres funciones fundamentales para la vida humana: la alimentación, la palabra y el soplo. En cuanto a las orejas son un tradicional símbolo de sabiduría. Tanto en oriente como en occidente, grandes sabios como muchos santos, poseen orejas inmensas que le permiten escuchar las enseñanzas divinas al igual que las voces del universo.

La presencia de este personaje en los carnavales nos indica el sentido profundo de las celebraciones humanas. En el caso del Carnaval, que parece ser una fiesta de desenfreno e indisciplina, enseña una sabiduría práctica, concreta, muy importante para andar con serenidad por los caminos de la vida. Las comparsas con sus cantos son el eco de lecciones de verdadera humanidad sobre temas que a todos nos importan, hablando  del amor, la comunidad, la justicia y el ciclo de la vida.

el combate entre Don Carnal y Doña Cuaresma
Pieter Brueghel el Viejo
(flamenco, 1525-1569)